Pintura y Escultura en el Valle de Arán
San Juan Bautista en talla policromada del siglo XIII en la iglesia de Santa Maria de Arties
Para acabar con el ciclo del Valle de Arán, empezado
con la breve Historia del Valle, luego la Arquitectura y ahora, finalmente, la
pintura y escultura, vamos a situarnos primero en la mentalidad “artística” de
la época medieval.
La pintura románica, es bastante hierática, rígida y
sin demasiada expresión facial, corporal o de movimiento de ropa, ya que estaba
pensado para realizar una función didáctica más que estética, debido al
analfabetismo imperante en la época.
Igualmente no existía la perspectiva convencional,
que se empezó a tratar en el renacimiento italiano, ni era buscada la
proporcionalidad de tamaño en los personajes o arquitecturas, considerándose,
en general, más dimensionados los más importantes, como Jesucristo o la Virgen
principalmente.
Ejemplo de que no buscaban la perspectiva ni la
relación de tamaños, y eso que esta pintura se realizo a principios del siglo
XV ya en el estilo Gótico llamado Internacional. Museo San Pio V de Valencia. El emperador
bizantino Heraclio entrando en Jerusalén para devolver la Santa Cruz.
En occidente la evolución del arte plástico cambió
el sistema de mosaico utilizado en el oriente europeo y la rigidez
compositiva y de colores que afecta a los iconos bizantinos, adornando , en su
caso, las iglesias con pinturas en los muros y retablos principalmente detrás
de los altares.
Mosaico de la adoración de los magos en la iglesia
de San Apolinar nuevo en Rávena
La pintura, como hemos dicho, tenía un importante
papel didáctico, pero también gracias a su colorido conseguía un placer
estético para los feligreses.
Es interesante la distinta concepción en esa época
de las dos órdenes monásticas más importantes en el edad media, antes de
existir las órdenes mendicantes, la de Cluny, que se fundó primero en el siglo X, y el
Císter, fundada en el siglo XI para volver al “espíritu del Evangelio” ante la riqueza y ostentación de Cluny.
En la primera mitad del siglo XII, ambas órdenes tuvieron cada una a un
personaje emblemático, que con su correspondencia escrita cruzada, nos dejan
ver las distintas concepciones de ambas órdenes, Pedro el Venerable por parte
de Cluny y Bernardo de Claraval por el Císter.
En lo que respecta a la pintura, San Bernardo
opinaba que “estas decoraciones ricas en
colores sensuales y en imágenes provocan la distracción de los fieles” o
sea, que las pinturas distraían de la liturgia y predicación y también distraían
la atención de los monjes. Aunque reconoce, con los salmos, “Señor, he amado el decoro (la belleza) de tu casa y el
lugar en que reside tu gloria”.
Evidentemente, la ornamentación de las iglesias
cistercienses, por ejemplo la catedral gótica de Valencia, eran bastante
escuetas en decoración.
En fin, además de estas filosofías conceptuales,
pero muy influyentes, estaba las disponibilidades económicas a la hora de
construir las iglesias de nuestro Valle, ya que a veces, debido a la falta de
recursos suficientes, la ornamentación era dejada de lado ya que no era
imprescindible para la liturgia.
Recordar que nuestro Valle, que no tenia señor
feudal directo, ya que eran “hombres libres”, y que la importancia del valle era
más por la posición estratégica que ocupaba
que por la riqueza de la tierra, los medios económicos para construir
las iglesias no sobraban, a diferencia de, por ejemplo, del valle de Bohí/Tahull
en el que con los importantes señores de Erill y la dependencia de la catedral
de Roda de Isabena, la construcción era más rica. Nuestro Valle dependía del
obispo de Cominges en aquella época.
Conocidísimo Pantocrátor con “EGO SUM LUX MUNDI”
escrito en el libro, con el Tetramorfos y Serafines a su alrededor de la iglesia San Clemente
de Tahull, hoy en el MNAC
El Tetramorfos, la representación iconográfica de
los cuatro evangelistas, tiene su base en la Biblia:
Ezequiel 1,10 " Y el aspecto de sus caras era cara de hombre y cara de león al lado derecho los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de águila"
Apocalipsis 4-7 : “El primer ser viviente era semejante a un
león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de
hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.”
También existían pinturas muy coloristas en el otro
valle lindante con Arán, el de Áneu, pinturas que, junto con la mayoría de las
de Boí/Tahull, están en el MNAC de Barcelona
Serafines de la iglesia de Santa Mª de Áneu. Hoy en
el MNAC
El tema narrado recoge dos visiones de profetas bíblicos: la visión de Isaias:
Isaias 6: "1En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
2Por encima de Él había serafines; cada uno tenia seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
3Y el uno al otro daba voces, diciendo : Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de tu gloria."
Y en la parte inferior la visión de Ezequiel del trono de Dios: Ezequiel 1,18 " Vi que las cuatro ruedas tenian sus aros, y que en su derredor estaban llenas de reflejos..."
Para mayor información sobre el arte románico se puede consultar el libro del historiador del arte Marcel Durliat "El arte Románico".
Entrando ya en las pinturas del Valle:
Las más antiguas
pinturas conservadas en las iglesias del valle, son las que se utilizan actualmente como
símbolo iconográfico en el arte del valle, las de la iglesia de Santa
Eularia de Unha
Son pinturas de estilo románico al fresco del siglo
XII, restauradas en parte en 1.996, que recogen una iconografía similar a la
expuesta del Pantocrátor de Tahull, estas también en el ábside central al que
se entra por una puerta, detrás del retablo barroco.
Foto del cartel explicativo en la propia iglesia, en
la que se ve la composición original con el Pantocrátor como figura central y debajo
de las cenefas a los apóstoles, restaurados dos de ellos, uno, el ya mostrado, es
el utilizado de forma general como símbolo del arte del Valle.
Es notorio el mal estado de las pinturas, estos dos
apóstoles son los ya restaurados.
En la iglesia de la Purificación de Bossost nos
encontramos esta maravilla del incipiente gótico, llamado Lineal por el
predominio de la línea sobre el color, del siglo XIV
Pintura mural situada a la derecha del ábside
central, de la segunda mitad del siglo XIV, donde están representadas la Epifanía de los Magos y la escena de Jesús en el templo discutiendo con los doctores..
Veámoslas en detalle las dos partes ya que en la
iglesia no es sencillo apreciarlas.
Epifanía de los magos llegados del oriente. " Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos..." Mateo 2,1. El rey Herodes se refiere a Herodes El Grande, su hijo Herodes Antipas es el del episodio de San Juan Bautista
En la escena superior está pintada una de las tres
epifanías (manifestaciones) del nuevo testamento: “Y al entrar en la casa,
vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus
tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.”. Mateo 2,11
Pintura bastante
dañada, en la que los tres magos llevan corona, al igual que la Virgen,
viéndose una mano suelta, que debe ser de San José, y en la que el Niño debe
estar en la parte dañada.
En la escena inferior, se representa a Jesús con 12
años en el templo de Jerusalén “…sentado entre los maestros, escuchándolos
y haciéndoles preguntas.” . Lucas 2,46
Refleja el momento en
que sus padres lo encontraron después de buscarlo durante tres días, ya que
Jesús está sentado a la izquierda de los maestros y en la parte derecha, se ve,
con nimbo, a la Virgen y una figura menos precisa a su derecha que debe ser San
José
Como Escultura, una de
las más conocidas es el busto del Descendimiento en la iglesia de San Miguel en
Viella
Escultura en madera
policromada del siglo XII. Situada en principio en la iglesia de Santa Maria
de Mijaran, hasta 1936 en que esta fue
destruida en la guerra. En 1940 se la encuentra en Suiza y se la trae a Viella. Se
cree relacionada con el taller de Erill, en el valle de Boí.
Rostro que refleja una
gran serenidad y desde luego el artista
“rizó el rizo” con la decoración de la barba
Esta mano que sujeta
con delicadeza el busto de Cristo, sugiere que se trataría de un descendimiento,
pieza típica de esa época.
Descendimiento de la
iglesia de Santa Maria de Tahull, del siglo XII/XIII, hoy día también en el
MNAC. El de Viella, debería ser de este tipo, aunque, en mi opinión, la talla de Viella es de mucha más calidad.
Otra de las joyas medievales del Valle
Cruz en la iglesia de
San Felix de Bagergue. Es una copia de la original del siglo XII. Actualmente la original está en el MNAC
Reverso de la cruz
original procedente de San Felix de Bagergue tal como está en el MNAC. En el
anverso debía haber un Cristo crucificado que no se ha conservado.
En los brazos central y
perpendicular de la cruz figuran inscripciones alusivas al cordero en la
eucaristía “(Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros) “, y en los extremos del brazo corto, dos
inscripciones, serpiente y león,
alusivas a la victoria de Cristo sobre el mal y la muerte, y a la doble
naturaleza, humana y divina de Cristo, según indica la descripción de ella que
hace el MNAC.
Cruz de Salardú:
Cruz procesional románica, original en este caso,
del siglo XII. Se estima, al igual que la de Bagergue, de la escuela de Erill.
Está protegido por un cristal, de ahí los reflejos en la foto.
Detalle de la parte superior de la Cruz, con un
ángel
Parte inferior, Adán, como símbolo de la
resurrección y el perdón de los pecados, por lo que murió Cristo
Ya de épocas posteriores, están las esplendidas
pinturas renacentistas y barrocas en varias iglesias, destacando, a mi juicio, las de Arties y Salardú, veamos algún ejemplo empezando por las de Arties:
Cristo apocalíptico, con la bola del mundo en su
mano izquierda, amenazante con su mano derecha
Leviatan bíblico tragándose a los
pecadores, con las calderas del infierno al fondo….
Juicio final, con San
Pedro, Jerusalén celestial con los justos, ángeles músicos, ángel con trompeta
apocalíptica, San Miguel venciendo al demonio……, iconografía al completo.
En Salardú, aparte la
cruz procesional anteriormente vista, encontramos unas pinturas ya del siglo
XVI, como estas:
Decapitación de San
Juan Bautista.
Recordemos que ocurrió en la fortaleza de Maqueronte a
instancias de Salomé a Herodes Antipas después del sensual baile. Vemos en la torre de la fortaleza a
Herodes y Herodías, y al lado del Bautista se intuye a Salomé, hija de Herodías, con la bandeja de plata para recoger la cabeza del Bautista.
Martirio del apóstol
San Andrés. La tradición cuenta que fue crucificado en tiempos de Nerón en una cruz en aspa,
recogiendo su iconografía este momento.
Evidentemente existen en las iglesias del valle mas pinturas y esculturas de las aquí expuestas, con lo que hay que animarse a conocerlas in situ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario