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jueves, 30 de marzo de 2017

Iglesia de San Juan del Hospital

Iglesia de San Juan del Hospital en Valencia


 

     La iglesia de San Juan del Hospital en la calle Trinquete de Caballeros en Valencia, fue la primera iglesia de nueva planta, no proveniente de antiguas mezquitas musulmanas, creada en Valencia después de la conquista de esta por el rey de la corona de Aragón Jaime I en 1238.

     De hecho, en ese mismo año de 1238 se efectuó la donación de los terrenos donde se construiría la iglesia, el primer hospital para peregrinos e indigentes de Valencia y la casa conventual, además de la pequeña capillita del patio que luego veremos.

     El comienzo de la construcción de la iglesia, es incluso anterior a la puerta románica de la catedral de Valencia (1262), con lo que se puede considerar esta iglesia como la primera construcción religiosa en Valencia después de la entrada de Jaime I.

     Los terrenos de la donación, estaban situados muy cerca de la muralla musulmana, en concreto de la puerta de la Xarea, una de las siete puertas en la muralla musulmana, enfrente de la cual (al otro lado de la muralla árabe, claro) situaron su campamento los Hospitalarios durante el sitio de la ciudad.

     Antes de seguir escribiendo, quiero agradecer a Margarita Ordeig y sus guías de la iglesia por su ayuda e información para la elaboración de este post.

                  Veamos primero una breve historia de la Orden y su relación con Valencia.

     Durante parte del siglo XI, Jerusalén estuvo bajo el dominio de la dinastía Fatimí con capital en El Cairo, pero era también un lugar de peregrinación para cristianos. Así mismo tenía lazos comerciales en el Mediterráneo con las potencias marítimas y comerciales del momento.

     Los comerciantes de la ciudad, hoy italiana, de Amalfi al sur de Nápoles, fundaron en Jerusalén  en el siglo XI un hospital para peregrinos bajo la advocación de San Juan. De esta organización derivó años después de la primera cruzada la orden de los caballeros Hospitalarios de San Juan del Hospital.


     Cruz hospitalaria encima de la puerta románica. Originalmente era cruz blanca sobre fondo rojo, luego la intemperie cambió aquí los colores.

     Creada en el año 1084 como institución militar y religiosa unos pocos años antes que la orden del Temple, fue aprobada por bula papal en 1113 y como orden de caballería por el papa Calixto II en 1120.

     Posteriormente la orden se estableció en la isla de Rodas en 1310, de donde fueron expulsados en 1522 por Solimán el Magnífico, y finalmente, por donación de Carlos I en 1530, en la isla de Malta, a cambio de un halcón anual entrenado para la cetrería. (Parece que en la película de Humphrey Bogart se exageró un poco….). Se mantuvo esta sede hasta 1798 en que Napoleón los expulsó de la isla. Mientras tanto, pasaron a llamarse Caballeros de Malta


                                                Cruz del Hospital en la entrada al recinto en Valencia

Recuerdos de dicha orden en Malta, nos los dejó el problemático, pero genial,  pintor  Caravaggio con dos formidables retratos realizados sobre 1608 en la misma isla de Malta


               Caravaggio, retrato de Alof de Wignacourt, maestre de la orden de Malta. Museo del Louvre


               Caravaggio, retrato de Antonio Martelli, caballero de Malta. Palacio Pitti en Florencia

                La orden en el Reino de Valencia

     Por lo que respecta al reino de Valencia, esta orden hospitalaria y militar acompañó a los reyes de la corona de Aragón en sus conquistas, teniendo en Amposta, al norte del rio Cenia, los terrenos más cercanos a la frontera con los musulmanes antes de la conquista por Jaime I del futuro reino de Valencia.

     Ya en 1232, después de la conquista de Mallorca pero antes del comienzo de la conquista del futuro reino de Valencia, Jaime I se reunió en Alcañiz con el vice-maestre y jefe militar de la orden del Hospital Hugo de Forcalquier, momento que recoge esta miniatura, en la que también vemos al noble Blasco de Alagón, donde empezó a decidirse el inicio de la conquista por tierras valencianas


Reunión de Alcañiz con Hugo de Forcalquier arrodillado con la cruz hospitalaria en el homoplato izquierdo

     Ya en ese momento, 6 años antes de la toma de Valencia, Jaime I “donó” a la orden del hospital terrenos en Torrente para la instalación de su encomienda. Posteriormente se fueron añadiendo otras diversas donaciones hasta completar un importante patrimonio en el reino de Valencia.

     La conquista de lo que sería después el reino de Valencia, empezó a mediados de 1233 con la conquista de  Burriana, ciudad en la que los hospitalarios ya obtuvieron alquerías y tierras.



    Plano de la villa de Burriana del siglo XVI según el historiador burrianense  Marti de Viciana

     Centrados en el sitio de la ciudad de Valencia, Jaime I tenía en Ruzafa sus reales y la orden del hospital se situó frente a la puerta musulmana de la Xarea. La puerta fue derribada en 1726 para construir la iglesia de la congregación oratoriana de San Felipe Neri.


                                                            Cerámica conmemorativa

     Una vez entrado Jaime I en Valencia el 9 de octubre de 1238, en ese mismo año hizo donación a la orden de terrenos para su instalación dentro de las murallas, cerca de donde se habían instalado en el asedio, que es donde actualmente se encuentra la iglesia, en la calle Trinquete de Caballeros.

      En la zona donde ahora está la iglesia, aunque entonces  con mayores terrenos, se construyó un hospital, una pequeña iglesia de estilo seguramente románico e instalaciones para los monjes, junto con un cementerio hacia el sur, hacia la judería, y posteriormente se construyó otro cementerio hacia la calle Milagros.

     Quizás una de las primeras construcciones fue la capillita gótica, de la que hablaremos luego, en la que según la tradición oía misa el rey Jaime I


     La importancia de la orden en el recién creado reino fue en aumento hasta la disolución de la orden del Temple por bula del papa francés Clemente V en 1312, que obligó al rey Jaime II a crear, con bula papal, la orden de Montesa en 1317, para hacerse cargo de los bienes del Temple en el reino de Valencia.


                                 Castillo de Montesa, destruido por un terremoto en 1748

     En 1319 se pasaron los bienes de los Hospitalarios a la recién creada orden de Montesa, excepto la encomienda de Torrente y las instalaciones del hospital, iglesia y cementerio de Valencia. A raíz de estos hechos decrecieron rápidamente los ingresos de la orden y su importancia en el reino.

     Sobre la marcha de las instalaciones del hospital, el doctor en ciencias históricas Fernando Llorca indica “Parece que esta clausura (la del hospital), se había efectuado ya en 1348 ….Porque entre las obligaciones no se pone gasto alguno para el hospital”.

     Con diversas vicisitudes, restauración Barroca a finales del siglo XVII incluida, continuó la iglesia su actividad hasta que su feligresía fue trasladada a la iglesia de San Juan y San Vicente en 1905.

     Durante la guerra civil del 36 la iglesia fue saqueada, utilizándose posteriormente como cine. La capillita gótica y patio con los arcosolios, también se utilizó como taller de imprenta,(Imprenta Domenech, de Las Provincias)

     En 1943 fue declarada monumento histórico artístico Nacional, lo que evitó su desaparición.

En 1967 se hizo cargo el Opus Dei empezando la restauración, dejando uno de los mejores edificios góticos en Valencia, con unas pinturas incomparables como luego veremos

              La iglesia hoy

     Entrando por la C/ Trinquete de Caballleros nº5, tenemos el pasillo del viacrucis, en el que justo a la entrada de la calle en la parte cubierta a mano izquierda hay seis cruces hospitalarias del siglo XIII, indicando mediante el tamaño de la cruz, la importancia de los seis personajes fundadores.


     Justo enfrente de dichas cruces vemos la imagen de la Virgen del Milagro con el Niño Jesús de pie sobre la pierna izquierda de la Virgen, es una copia del siglo XX, cuyo original está en la Catedral de Valencia.


La foto de la derecha, corresponde a la original en el museo de la catedral

Vicente Blasco Ibáñez, en su libro "Mare Nostrum", la describe así: " Al atravesar un pasillo cubierto desde la calle al patio interior, saludaba (el notario Esteban Ferragut) a la Virgen de la Reconquista 

    "....Imagen de piedra tosca, con colores y oros imprecisos, sentada en un sitial románico. Unos naranjos agrios destacaban su verde ramazón sobre los muros de la iglesia, ennegrecida sillería perforada por largos ventanales...."

     Saliendo al patio interior encontramos a mano izquierda una puerta de estilo románico con arco de medio punto que se supone sería la puerta de entrada a la primera iglesia. Encima podemos ver un ventanal, descentrado de la puerta, ya en estilo gótico con tracería en forma de cruz de ocho puntas, cerrado en alabastro.


     Se supone que este “descentre” entre el arco gótico y la puerta románica, seria debido al aprovechamiento, con escaso éxito arquitectónico diría yo, para la ampliación posterior de la iglesia, se considera que la primera construcción tendría la altura de los canecillos en el muro lateral izquierdo de la puerta románica.

     Nos encontramos, siguiendo la pared de la iglesia, con el pasillo del viacrucis, con sus 14 cerámicas recordando las 14 estaciones. El muro lateral izquierdo cubre los contrafuertes que se utilizan en el interior de la iglesia para construir entre ellos las capillas laterales.


                      Cuarta estación del Viacrucis, encuentro con la Virgen

     En dicho pasillo, existen unas líneas  paralelas en el suelo que nos indican que por allí discurría las tribunas del circo romano que existía en Valencia, que iba en dirección hacia la actual iglesia del Patriarca.


     Recreación imaginativa de la Valentía romana de época imperial, con el circo en el este de la ciudad, quizás un poco desproporcionado.

                                               Interior de la iglesia


      La iglesia actual, tiene planta de nave única, o sea de planta rectangular sin transepto, con bóveda de cañón apuntado y con los arcos fajones (los perpendiculares al eje de la iglesia) que descansan sobre ménsulas, todo en estilo muy austero, propio del gótico cisterciense.

     Mientras que el ábside del presbiterio es poligonal con iluminación a través de altos, estrechos y elegantes ventanales góticos con cerramiento de alabastro.           


   
La plementería de la bóveda en el presbiterio está realizada con ladrillos compactos, de influencia musulmana (aunque, en propiedad, ya serían mudéjares). La de la bóveda de la nave, es de piedra tallada.

     Entrando ya en la iglesia, lo primero que nos encontramos es una imagen de la Virgen de los estudiantes, con la oración de ayuda a estos.


     En la capilla a su izquierda, está una joya medieval, una afortunada reunión de tres esculturas en madera, un Cristo en la Cruz del siglo XIV, Cruz en forma de árbol y los dos personajes más relevantes que en la crucifixión estaban al pie de la Cruz, la Virgen Maria y san Juan evangelista, estas dos imágenes son del siglo XIII.



                                  Capilla gótica, con las esculturas antes mencionadas

 La Virgen en actitud orante con sus colores iconográficos típicos azul  y rojo y los ojos almendrados usuales en las pinturas de la época. El otro personaje es san Juan Evangelista, barbilampiño como en su iconografía habitual, con un libro, símbolo de su evangelio, en su mano izquierda.



   En el museo San Pío V, hay un retablo atribuido al pintor Miquel Alcanyís que explica la historia del árbol con cuya madera se construyó la Santa Cruz.

     En la siguiente capilla hacia el altar, se halla un retablo del siglo XIV/XV, donde en la calle central vemos a un San Pedro mayestático  con las llaves del Reino de los Cielos debajo de una crucifixión con la Virgen y San Juan evangelista.



                                                        Retablo de San Pedro. Anónimo

     En la calle izquierda, en la casa superior hay una anunciación con el arcángel Gabriel llegando o empezando a arrodillarse y a Maria en posición como sorprendida con el libro, quizás de las profecías de Isaías, que estaba  leyendo. Aparece Dios Padre y el Espíritu Santo en dirección a la Virgen, con el jarrón al fondo con los lirios símbolo de pureza.



                   La Virgen con capa azul como señora de los Cielos y un vestido de color marrón

     En la casa inferior, aparece una Natividad con el Niño descansando sobre el largo manto de la Virgen y San José a su lado con el nimbo poligonal con que, a veces, se le representaba.



El Niño con el dedo índice de la mano derecha dentro de la boca. Los pastores al fondo

     En la calle derecha en la casa superior se representa la ascensión de Jesús al cielo, con las huellas de los pies bien marcadas en la roca.



Cristo, con los pies debajo de la túnica talar al introducirse en las nubes camino del Cielo

     Mientras que en la inferior, está representada la adoración de los reyes, en la que ni Baltasar es negro, todavía, ni los reyes representan las tres edades del hombre como a veces también se les ha representado.


San José, también con el nimbo poligonal, sostiene la ofrenda del Mago mientras la Virgen está con los pies desnudos sobre un zócalo de piedra utilizado para tratar de dar profundidad espacial.


La siguiente capilla, la de la Virgen Maria Madre de Dios, cuenta con un cuadro al óleo, anónimo del siglo XVIII sobre la Virgen de la leche



                                   Óleo de la colección Gomez-Foz

     Las capillas del lado de la epístola, a la derecha mirando hacia el altar, son de un estilo gótico con arco apuntado y bóveda igualmente ojival, excepto la de la Virgen de los estudiantes, que tiene un inicio de arco conopial y en el interior bóveda de crucería con las claves de las familias patrocinadoras.



Puerta de salida al patio sur y capillas entre contrafuertes del lado de la epístola



Entrada a la capilla de la Virgen de los estudiantes con su arco ligeramente conupial

     Mientras que las capillas del lado del evangelio, tienen igualmente un arco ojival de entrada, pero las bóvedas son de crucería, con distintas formas de los nervios.



Dos ejemplos de las bóvedas nervadas de dichas capillas


Capilla de Santa Bárbara
     La gran excepción de este tipo de capillas, es la de Santa Bárbara, capilla barroca de finales del siglo XVII construida por Juan Pérez Castiel, responsable también  de muchas obras en el reino de Valencia, por ejemplo en la catedral de Valencia y de la reforma barroca de la iglesia de San Nicolás.

Clave central de la cúpula de la capilla, debida al escultor de Onteniente Leonardo Julio Capuz


     Vamos a detenernos un momento en las motivaciones de esta capilla, debida a doña Constanza de Hohenstaufen

     Constanza, que falleció en 1307, fue hija del emperador del sacro imperio romano germánico Federico II, que también lo era de Sicilia, con gran disgusto de los Papas del momento y de los Anjou franceses. A Constanza la casaron siendo muy joven con el emperador del imperio Bizantino Juan III.

     Veamos un poco la situación histórica de aquel momento:

     En 1204, con motivo de la IV cruzada, los cruzados prefirieron, impulsados por los venecianos, conquistar y saquear Constantinopla (que era cristiana) a reconquistar Jerusalén a los musulmanes.



     Recuerdo de este saqueo, entre otras cosas, es la cuadriga triunfal de la catedral de San Marcos en Venecia  (los caballos originales están dentro  del museo de la catedral).

     El marido de Constanza, el emperador Juan III, debido a la conquista de Constantinopla por los cruzados, estaba refugiado en Nicea y parece que no le hacía demasiado caso a Constanza. Juan III murió, le sucedió un hijo de un anterior matrimonio y este fue depuesto por el general Miguel Paleólogo, que, además, en 1261 recuperó Constantinopla de los cruzados.

     Al final, después de varia vicisitudes, Constanza regresó a Sicilia donde reinaba su hermano Manfredo, pero este murió a manos de los angevinos en la batalla de Benevento en 1266.

     Entonces Constanza se refugió en la corte del reino de Valencia, donde una sobrina suya, también llamada Constanza, hija de Manfredo, se había casado con Pedro, hijo de Jaime I y futuro rey de la corona de Aragón con el nombre de Pedro III (Pedro I de Valencia).



El futuro Pedro III (Pedro I de Valencia) arrodillado ante su padre Jaime I en sus últimos momentos. Cuadro de Ignacio Pinazo de 1879. Museo del Prado

     Estaba Constanza enferma de lepra, y la tradición dice que sanó por la intercesión de Santa Bárbara, con lo que hizo construir en nuestra iglesia una capilla dedicada a dicha santa, situada en el presbiterio en el lado de la epístola, donde fue enterrada, hasta que su cofradía le construyó la nueva en estilo barroco a finales del siglo XVII.

     Nueva capilla, que Carlos II renovó como capilla real en lugar de la anterior pequeña capilla antes citada, en la que ahora está una escultura de santa Bárbara.



Estatua de Santa Bárbara con la palma del martirio y la torre iconográfica en su mano izquierda, situada en la antigua capilla de Santa Bárbara



Clave en la antigua capilla de santa Barbara, águila negra sobre fondo dorado, el escudo de la familia Hohenstaufen

Nuestra Constanza, vivió hasta su muerte en el palacio real en Valencia (donde ahora están los jardines de Viveros).



Recreación del palacio Real, destruido por los defensores de Valencia a principios del siglo XIX en los asediosNapoleónicos

     Esta preciosa e interesantísima capilla, llena de esgrafiados, de reliquias y recuerdos de Santa Bárbara, tiene el retablo central, del siglo XVII, donado por el ejército desde Medina del Campo, instalado en esta capilla en el año 2001



Retablo central de la capilla de Santa Bárbara, entre dos arcángeles



                                  Detalle del retablo, con la Sagrada Familia

     Al venir a Valencia, Constanza se trajo unas reliquias de, según la tradición, Santa Bárbara, Estas eran:

-Una sección del fuste de la columna de pórfido gris a la que Santa Bárbara había sido atada y azotada

-Una piedra de la que brotó el agua del bautismo de la Santa

-Un hueso, seguramente del brazo de dicha santa



                           Reliquias en una hornacina, entre columnas con esgrafiado




                 Cúpula de la capilla, con ángel descendente y esgrafiado entre los radios


                            El Presbiterio



Ábside y altar, que cuenta con magníficas esculturas devocionales, ambas modernas, de la Virgen del milagro (copia del original en la catedral) y San Juan Bautista



Otra copia de la Virgen del Milagro


                                                             Medio cuerpo de San Juan Bautista


Pero, quizás, la parte más interesante del presbiterio, son las altas columnas de acceso a este situadas arriba de las escaleras y en ambos lados.

Son tres columnas de mármol en cada lado una encima de otra, las dos primeras son restos romanos y la superior, en mármol rosa junto con su capitel, son de época califal. En la de la derecha, se observa una inscripción en ella, seguramente hebraica.


                                            Columna califal con inscripción representando la hiedra

     En la parte del evangelio, tenemos una capilla dedicada a San Miguel arcángel, con unas pinturas bastante bien conservadas en las paredes laterales y bóveda, de muchísimo interés tanto por su temática como por su estilo, veamoslas.

     Estas pinturas, realizadas en tiempos del cambio del estilo románico al primer gótico en el reino de Valencia en el siglo XIII, se realizan con un gran predominio del la línea del contorno de las figuras sobre el color, y por su expresividad en la mayoría de ellas, si quisiéramos clasificar el estilo, diríamos, en mi opinión, que pertenecen al gótico lineal, siendo estas pinturas, en este estilo, las mejor conservadas de toda la comunidad valenciana.



     Primero recomendar el libro de Margarita Ordeig para una visión en profundidad de dichas pinturas “Las pinturas murales del siglo XIII del museo conjunto hospitalario de San Juan del Hospital de Valencia”. Pinturas que enlazan en su temática el antiguo con el nuevo testamento y el Apocalipsis de san Juan.

Si miramos la citada capilla de San Miguel, en la parte inferior de la pared izquierda, tenemos una escena del paraíso terrenal, con árboles y pájaros, y , según Margarita Ordeig, el arca de la Alianza y el pelícano eucarístico.




                               En la parte central se puede intuir la parte superior del arca

     En la parte superior de la franja con las constelaciones, encontramos la figura de mayor dificultad de interpretación según los especialistas, en la que aparece el arcángel San Miguel con el emblema de la orden hospitalaria, alanceando con amor místico a una figura de mujer, alada, vestida de lino y enjoyada, tal como figura en el Apocalipsis de San Juan, quitándose la corona de las vanidades. Está sentada sobre un banco que se apoya en dos torres de David, simbolizando esta mujer a la Iglesia.



Las dos torres de David, se interpretan como la doble descendencia de Jesús tanto por parte de san José como de María, del rey David.

     Aparecen a la izquierda cuatro ángeles, recibiendo de la Iglesia el maná o alimento espiritual, desaparecido de la pintura.

     En la imagen siguiente, aparece Cristo en majestad, con el lábaro que sujeta en su mano izquierda, con un serafín, un ángel de seis alas tal como lo describe Isaías, los ángeles más próximos al Señor.



Cristo sobre el sol y la luna, la luz y la noche, el bien y el mal.

     Sigue una imagen de la crucifixión, con los personajes típicos, en la que se ve al mal ladrón, Gestas, exhalando su alma antropomórfica, cogida, parece, por un murciélago que simboliza al diablo.



                                                      Escena completa 



Detalle con el alma en forma humana

     Ya en la parte final, arriba del cartel informativo, tenemos cuatro partes, en la central, a San Miguel con una lanza (es el general de los ejércitos celestiales) con el emblema hospitalario en la mano derecha, mientras que en la izquierda se interpreta que tiene la bascula de pesar las almas (otra de sus funciones).



En el pecho de San Miguel se aprecia el pomo de la bascula, mientras que abajo a la izquierda se ve un platillo de la bascula con un “alma” coronada que recoge un ángel detrás del cual ya se ven dos “almas” con caras humanas ya recogidas, además de otros dos ángeles.

      En la parte superior, unas manos se llevan al cielo a las almas, mientras que en la cuarta imagen en la parte derecha, el diablo, también con alas de murciélago, se lleva las almas que no han pasado la prueba, se supone que al infierno, claro.



                                         El demonio con alas de murciélago

     La siguiente capilla, pasada la puerta lateral de entrada, es una capilla construida a principios del siglo XV por Pere Balaguer, “mestre picapedrer” valenciano.  Pere Balaguer también trabajó en obras como las torres de Serrano y el Miguelete.



Capilla de Pere Balaguer con bóveda de nervatura cuatripartita, con la parte interior del precioso rosetón de la puerta norte de la iglesia a su derecha.

     Esta capilla, llamada de los Juan-Torres, tiene un retablo del siglo XVI dedicado a la pasión de Cristo, en el que en la parte izquierda de la predela, figura la visión de san Bernardo de Claraval, importante monje del Cister del siglo XII.


El autor de este retablo fue el pintor aragonés Jerónimo Vallejo, del que era mecenas el arzobispo de Zaragoza y virrey de Aragón Hernando de Aragón, nieto del rey Fernando el Católico y también perteneciente a la orden del Cister como Bernardo de Claraval. 




En forma de tondo en la parte superior de las calles laterales, tres garzas blancas bajo el timbre eclesiástico que es el escudo del comitente, el obispo Don Antonio Garcia.



Casa izquierda de la predela, en la que Cristo en la cruz baja su mano derecha hacia San Bernardo de Claraval, a su izquierda el comitente en actitud orante




En el ático del retablo vemos la Jerusalén Celestial entre la Virgen y San Juan evangelista

     El resto de capillas del lado del evangelio, también góticas y de bóveda de crucería, tienen ya elementos modernos.


                           El patio sur

     Si tenemos la oportunidad de salir al patio al sur de la iglesia, nos encontramos con una preciosa capillita de estilo gótico, en la que según la leyenda acudía Jaime I a oír misa.



                                            Capilla con el ábside en su parte derecha

     Dicha capilla, en época moderna, fue utilizada al igual que los arcosolios del final del patio, como elementos de una imprenta. Para saber más de la antigua iglesia antes de la restauración, recomendamos el libro de Fernando Llorca “San Juan del Hospital de Valencia”, editado por la librería “Paris Valencia”.



Puerta de acceso del patio a la iglesia, con cruces patadas de los cruzados en el arcosolio a la 
derecha de la puerta




                                                     Arcosolios al sur del patio

     Igualmente en el oeste de dicho patio, está el pudridero de la emperatriz Constanza, por el que pasaba la espina del antiguo circo romano.



Estado actual del pudridero visto desde arriba. En la parte inferior de la foto, se aprecia la espina del circo romano

     En resumen, una iglesia con una de las mejores arquitecturas góticas de Valencia y una gran historia detrás, con unas esculturas y retablos de la edad media y del renacimiento y con las mejor conservadas pinturas murales del siglo XIII en el reino de Valencia.





2 comentarios:

  1. ¡¡ Muchas gracias Juan Manuel!! Muy bien expuesto todo y con magnificas fotos! Es un placer charlar sobre la historia contigo.

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  2. ¡¡Muchisimas gracias !!!
    Una exposición estupenda, muy interesante y las fotos preciosas.
    Un placer.

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