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domingo, 8 de febrero de 2015

PATIO DEL EMBAJADOR VICH, Museo San Pio V

                           



                                                                                 Patio del embajador Vich

     Jerónimo Vich y Valterra, noble valenciano, fue embajador tanto de Fernando el Católico como de Carlos I ante la Corte Papal en Roma a principios del siglo XVI, y en 1521 volvió a Valencia quizás motivado por la situación creada por la Guerra de Las Germanías.

     A su vuelta a Valencia hizo construir un palacio renacentista en la actual calle del embajador Vich, en el centro de la ciudad, sobre un antiguo palacio gótico. 

     Este palacio renacentista fue demolido a mediados del siglo XIX aunque se conservó una parte desmontada (el patio interior o  cortile). A principios del siglo XX se reconstruyó parcialmente y algunos de sus elementos pasaron a formar parte del Museo del Carmen en Valencia.


    Hasta nuestro siglo no se reconstruyó el patio completo en su actual ubicación del Museo San Pío V, gracias al impulso del director del Museo Fernando Benito Domenech, inaugurándose el patio en el año 2006.




                                 Al fondo serliana del palacio del embajador Vich instalado temporalmente en el museo del Carmen

     La  importancia para el arte, tanto de este patio como del propio embajador Vich es doble. Por un lado, el patio es uno de los primeros ejemplos de arquitectura del Renacimiento italiano en las dos coronas de Castilla y Aragón en que estaba dividida España en aquella época. Por otro lado, su culto y refinado promotor, Jerónimo Vich, trajo a su vuelta a Valencia obras del arte italiano de aquel momento, en particular cuadros del gran pintor veneciano Sebastiano del Piombo.

      Estas aportaciones artísticas influirían sobremanera en los pintores valencianos del momento, ayudando a la evolución desde el gótico tardío imperante en Valencia y el primer Renacimiento italiano al Renacimiento pleno que se hacía en la Italia de Rafael, Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci.


     La pintura renacentista llegó a Valencia como primer punto de su introducción en la «España» del momento, de la mano de dos pintores italianos enviados en 1472 por Rodrigo de Borja (O Borgia en su italianización) que en aquellos momentos era todavía cardenal y obispo de Valencia y luego fue Papa como Alejandro VI, Paolo de San Leocadio y Francesco Pagano.

   Estos dos artistas fueron los pintores de los ángeles músicos de la bóveda de la Catedral de Valencia, bóveda que permaneció oculta tras la restauración barroca del templo en el siglo XVII, y que ha sido redescubierta recientemente.




Ángeles músicos en medio de la estructura barroca posterior            

El Renacimiento un poco más evolucionado llegó a España años más tarde con los pintores manchegos que trabajaron en Italia (uno de ellos, por lo menos, con Leonardo da Vinci en Florencia) llamados Los Hernando (Fernando Llanos y Fernando Yañez de la Almedina). Ellos pintaron entre otras cosas, el retablo del altar mayor de la Catedral de Valencia.



                                                                                                                   Retablo del altar mayor de la catedral de Valencia

     Vamos ahora con una ligera descripción del Cortile:

El patio tiene planta rectangular, está conformado por arcos de medio punto con columnas de mármol trabajadas en Italia y traídas desde Génova. Columnas rematadas con capiteles corintios (decorados con hojas de acanto)




                                                                                                                      Capitel Corintio     
                         
 La decoración del intradós de los arcos está formada por unos casetones clásicos con adornos de florones, que son distintos en cada casetón. 



Intradós con casetones      

La decoración de casetones se inspira en el Panteón de Agripa en Roma, como es norma en el Renacimiento que toma como referencia el arte de la antigüedad clásica.     




                                                                                      Cúpula del Panteón de Agripa con casetones

En su parte más estrecha tenemos una figura plenamente renacentista, la serliana, descrita por el arquitecto y tratadista del siglo XVI Sebastiano Serlio en sus tratados conocidos con el nombre de Sette  libri dell´Architettura, figura arquitectónica que consiste en un arco de medio punto entre vanos (huecos, espacios) adintelados.



Serliana del patio del embajador Vich         

Otro ejemplo memorable de Serliana   


Velazquez, "Villa Medici" . Museo del Prado    


 En Valencia hay otros ejemplos de serlianas posteriores, como las del Almudín y de la Obra Nova de la catedral, que da a la plaza de la Virgen   



       
Serlianas en la fachada del Almudín, Valencia


Serlianas en la Obra Nova, Catedral de Valencia
                                                      
Entre los arcos de medio punto en el patio del embajador Vich tenemos unos óculos (que pueden recordar al óculo central del Panteón de Agripa), que  encontramos igualmente, aunque de superior diámetro, encima de los dinteles de las serlianas



                                        Panteón de Agripa, Roma, óculo de la bóveda                                        

Encima de los elementos arquitectónicos renacentistas se sitúa la planta noble, que está decorada con ventanas góticas lobuladas, con una columnilla como parteluz con frontón triangular superior.



                                                                               Ventanas del patio del embajador Vich

 Esta parte gótica era el estilo que los valencianos de la época estaban acostumbrados a ver, es decir, ventanas similares, por ejemplo, a las del actual palacio de la Generalitat de Valencia en la calle Caballeros, en contraposición con el nuevo estilo italiano que no fue aceptado de inmediato de manera general.




                         Ventana del Palacio de la Generalitat

La influencia pictórica en la pintura del Renacimiento Pleno fue, por su parte, realmente importante ya que el conocimiento de los cuadros de Sebastiano del Piombo traídos por el embajador Vich, modificó el estilo tanto de Vicente Masip como de su hijo, Juan de Juanes y pintores coetáneos.



Del Piombo. "Descenso de Cristo al Limbo". Museo del Prado

 Obsérvense en los dos cuadros siguientes la evolución tanto de los volúmenes de las figuras de los cuadros como de sus fondos. Sus paisajes adquieren ya la perspectiva aérea, o sea, la que  añade a la perspectiva lineal con punto de fuga, el desplazamiento de los colores del fondo del cuadro hacia el azul, así como la difuminación de las formas, todas ellas técnicas que transmiten mayor sensación de perspectiva y profundidad)






Vicente Masip, 1507, "Anuncio del ángel a San Joaquín". San Pio V


Juan de Juanes (hijo de Vicente Masip), sobre 1555/1560. "Virgen del Venerable Agnesio". San Pio V


                                                  

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