Vista
del edificio desde la calle Guillem de Castro
El
hospital general de Valencia, comenzó siendo un hospital para la acogida y
tratamiento de personas con demencia, promovido por particulares, 10 burgueses,
inspirados por el sermón en la catedral
en el primer domingo de cuaresma (24 de febrero) del año 1409 del
sacerdote secular fray Gilabert Jofré.
En dicho
sermón, motivado por el maltrato contemplado por él mismo cuando acudía a la
catedral a una persona de las considerados como “locos”, sugirió la
creación de un centro de acogida y tratamiento de personas con esas características.
Joaquín
Sorolla, Palacio de la Generalitat. Se ve al loco en el suelo detrás del Padre
Jofré
Tan
inspirador fue el sermón, que al acabar la misa un grupo de personas
encabezados por el comerciante valenciano Lorenzo Salom se reunieron con el
padre Jofré y acordaron la creación de un hospital llamado “ Dels Ignocents,
Folls e Orats”.
Sería un
hospital laico, que se subvencionaría con aportaciones, donaciones y legados de
particulares. Estaría regido por una junta de diez administradores civiles, no
religiosos, ni pertenecientes a la nobleza.
Placa conmemorativa
del siglo XIX (Trece? ciudadanos)
Seguramente
también influyó el cambio de mentalidad en la época de pasar de considerar la
locura de ser un castigo divino a un comportamiento que debía ser tratado o atendido en cualquier caso
La
construcción del hospital, con las autorizaciones papales (bula de Benedicto
XIII en 1410) y reales, por Martin I, empezó inmediatamente, abriendo las
puertas del hospital en 1410.
Durante
prácticamente todo el siglo XV, el hospital se mantuvo atendiendo y dando
cobijo exclusivamente a personas dementes, siendo a partir de 1493 cuando se
amplió el campo de atención a las demás enfermedades y traumatismos.
Ya
en 1512, por sentencia del rey Fernando el Católico, se unificaron los distintos
hospitales de Valencia con la excepción del de San Lázaro que permaneció
aparte, aunque dependiente del nuevo Hospital General.
El de San Lázaro era un hospital de leprosos,
que se mantuvo en los alrededores de la calle Sagunto de Valencia. Los
hospitales de leprosos, se solían colocar fuera de las ciudades, pero cerca de
un camino de entrada a ellas, para facilitar la mendicidad.
El
antiguo hospital, hoy biblioteca, en imagen de Google.
En
1545, después de un gran incendio, con varias víctimas, se procedió a la
reconstrucción de este primer crucero de planta cruciforme, una de las
construcciones de este tipo más tempranas en la península, ya en estilo
renacentista. Actualmente alberga la biblioteca
municipal.
Todavía
en el siglo XVI( 1588), se construyó, también en planta cruciforme un nuevo crucero,
hoy día desaparecido, pero parte de sus restos, capiteles, columnas…, se pueden
ver en los jardines que rodean a la biblioteca y al Muvim
Así
estaba el Hospital a primeros del siglo XVIII. Plano del Padre Tosca.
Ayuntamiento de Valencia. Se observan los dos cimborrios en el centro de los brazos. La
entrada al recinto estaba donde figura el nº 63, en la actual calle del Hospital.
En este plano de Antonio Mancelli, unos 100 años anterior al de Tosca, vemos los dos edificios, con el convento y huertos de los Agustinos a la izquierda.
El
hospital se mantuvo operativo hasta la apertura del nuevo hospital general de
Valencia en la avenida del Cid en el año 1962.
En
los terrenos entre el hospital y la calle Guillem de Castro, se construyó en
1885 la facultad de medicina de nueva planta en el lugar donde ya se estudiaba
medicina en condiciones más precarias. Cabe destacar que Ramón y Cajal impartió
clases en ella entre 1884 y 1887
Puerta de entrada a la universidad instalada en el siglo XIX
Facultad
que estuvo operativa hasta la construcción de la nueva universidad en la
avenida Blasco Ibáñez en el año 1964, en el lugar donde estaba situado un hospital militar después de la guerra civil del 36-39.
Medallón
de Hipócrates de Cos entre los arcos de la puerta
BREVÍSIMA HISTORIA DE LA MEDICINA
Antes de centrarnos en nuestro
antiguo hospital medieval, vamos a curiosear a vuelo de pájaro por parte de la historia de
la profesión médica hasta la edad media.
Existen
textos médicos en la antigüedad como el egipcio Papiro de Ebers, datado a
mediados del segundo milenio a.c. de una gran extensión, de unos 20 mts de
longitud, describiendo una gran variedad de tipologías médicas.
Muestra del Papiro de Ebers
En
Grecia nos encontramos con los templos dedicados a Asclepio (el Esculapio
romano), por cierto, según la mitología, Asclepio tuvo una hija, Hygeia, que
era la diosa de la sanidad y de la limpieza, de ahí la palabra higiene…..
Estos
Asclepiones, constaban de un conjunto de edificios, templos dedicados a algún
dios y una zona para recibir y tratar a los enfermos, además de que se enseñaba
medicina en ellos, desarrollándose en gran medida la medicina en la Grecia clásica.
Restos
del Asclepeion de Pérgamo
Sin
embargo en la antigua Grecia, los médicos eran considerados como artesanos, ascendiendo muy pocos de ellos en
la escala social y siempre por grandes méritos y prestigio, como es el caso de Hipócrates.
Un
detalle curioso derivado de aquella época: el símbolo utilizado era la vara de
Asclepio, una vara con una serpiente enrollada a su alrededor, sin embargo, por
una cadena de confusiones empezando por un médico de Enrique VIII de Inglaterra que lo puso
en su escudo, hasta el servicio médico de EEUU. Actualmente se utiliza más el
caduceo de Hermes (el Mercurio romano), que es igualmente una vara con las alas
del mensajero de los dioses (Hermes) y dos serpientes entrelazadas
Diferencia entre los dos simbolos
En
Roma, resulta curioso el que se buscase a los prestigiados médicos griegos,
ofreciendo Julio Cesar y Augusto a los que se instalasen en Roma el estar libre
de impuestos.
Desaparecido
el imperio romano de occidente, en el siglo VI San Benito de Nursia fundó en
Montecasino (centro de Italia) una abadía, con un hospital para viajeros y enfermos,
fomentando entre los benedictinos y los posteriores seguidores de su regla la
atención a los enfermos. Es el tipo que se utilizó durante la Edad Media como
ejemplo de los monasterios.
Monasterio
de principios del siglo IX de Saint Gall (Suiza)
A
principios del siglo IX y siguiendo la regla Benedictina, se reconstruye el
monasterio de Saint Gall, en época Carolingia, con diversas edificaciones
alrededor de la iglesia con instalaciones para atender a los peregrinos, a los
pobres y a los enfermos. Constaba también con un huerto de plantas medicinales
Con
lo que durante varios centenares de años la medicina en occidente fue
practicada fundamentalmente por las órdenes religiosas.
En
el mundo musulmán, la medicina y su enseñanza se realizaba en los maristanes,
en general mezcla de hospital y escuela de medicina.
Por
una casualidad del destino, en el imperio Sasánida, en la ciudad de Gundishapur,
se encuentran la cultura medica bizantina trasmitida por los Nestorianos
después de su expulsión tras el concilio de Éfeso en el siglo V, el saber
Bizantino tras el cierre de la academia de Atenas por Justiniano en el siglo
VI, la farmacopea Hindú y el propio conocimiento Persa, dando lugar a la mejor
escuela (y hospital) de la época.
Ruinas
actuales de Gundishapur
Cuando
el imperio Sasánida fue conquistado por
los musulmanes en el siglo VII, se mantuvo este foco de medicina y cultura,
hasta la fundación en Bagdad, capital del imperio Abbasida, de su
hospital/universidad de medicina y su progresiva preeminencia dentro del
imperio musulmán.
MEDICINA EN OCCIDENTE
Seguramente
en Salerno (al sur de Nápoles), ya en el siglo IX fue el primer lugar del
occidente cristiano en que se empezó a traducir con criterio y continuidad
textos griegos y árabes sobre medicina. Como a los profesores de la escuela de
medicina se les daba el titulo de Magistri, se ha considerado a Salerno como la
primera escuela de medicina occidental.
Miniatura
de Salerno según una reproducción del libro de Avicena “El canon medicinae”
Esta
escuela de Salerno sirvió de inspiración para que ya en el siglo XII se
reglamentase en la normanda Sicilia, con Roger II, la atención médica y en el siglo siguiente,
también en Sicilia ya bajo el dominio de los Hohenstaufen, Federico II decretó
la obligación de estudiar cinco años en Salerno y ejercer un año más con un
médico, antes de establecerse por su cuenta.
MEDICINA
EN EL REINO DE VALENCIA
En
la corona de Aragón, la primera universidad de medicina, fue la de Montpellier,
que obtuvo del papa Honorio III sus estatutos, aunque previamente ya se
enseñaba medicina en esa ciudad, incluso antes de pertenecer a la corona de
Aragón en tiempos de Pedro II al casarse este con Maria de Montpellier. (Jaime
I nació en 1208 en esa ciudad).
Maestros
y alumnos
Posteriormente,
ya en 1300, se abrió la universidad de Lleida. La de Valencia se crearía, como
Estudi General a principio del siglo XVI (1502) siendo el valenciano Rodrigo de
Borja el Papa que concedió la bula de creación y Fernando el Católico el rey
que dio el privilegio correspondiente.
Luis
Vives en la Universidad de Valencia
En
Valencia, después de la conquista a los musulmanes por el rey de la corona de
Aragón Jaime I en 1238, se fundan varios
hospitales, en general todavía basados en las órdenes religiosas, como por
ejemplo un hospital regido por monjes trinitarios, en el lugar donde
posteriormente en el siglo XV se construiría la actual iglesia de la Trinidad.
Otro
de los primeros hospitales fue el creado por la orden de San Juan del Hospital
en la calle Trinquete Caballeros, así como un hospital para leprosos, el
hospital de San Lázaro en las cercanías de la calle Sagunto, donde todavía
queda una pequeña ermita.
Arcosolios
en la iglesia de San Juan del Hospital
Estos
hospitales tenían un carácter tanto asistencial como caritativo,
recogiendo además de enfermos a pobres e indigentes.
Más
adelante en el siglo XIV, se fundan mas hospitales como el de la Reina o Santa
Lucía, dejado en su testamento por la reina, viuda del rey Pedro I de Valencia,
Constanza de Sicilia, fallecida en 1302, con administración franciscana.
Por
el cambio de mentalidad de la época, ya se fundan, a partir del siglo XIV más
hospitales en los que la burguesía sustituye a las órdenes religiosas en su
fundación y administración, como ejemplos tenemos los fundados por Bernat den
Clapers cerca de la calle Sagunto y el hospital Des Beguins, fundado por Ramón
Guillem, cerca de la iglesia de san Agustín, y varios hospitales/casas de
acogida más
La
mayoría de estos hospitales, pequeños en general, fueron pasando poco a poco, a
ser administrados por los Jurados de Valencia o con control municipal, con la
ayuda económica para su correcto funcionamiento tanto como hospital como casa
de asistencia a indigentes y pobres.
Jurados
de Valencia con el franciscano Eiximenis con su libro “Regiment de la cosa
pública” en la mano
En
el reino de Valencia, en la primera mitad del siglo XIV en las cortes de
Valencia de 1329, se incluyó en los Fueros la obligación para ejercer la medicina de haberse sacado el
título en una universidad y posteriormente pasar un examen local, examen también
necesario para practicar la cirugía y obligatorio también para los barberos. La
universidad de Lérida y las italianas fueron las normalmente elegidas por los
estudiantes valencianos para sus estudios.
Como
curiosidad, diremos que en dichos fueros de 1329, se estableció la obligación
para el médico de escribir un informe pericial si era requerido por la
autoridad competente, así como de la receta escrita. Igualmente los médicos no
podían atender a los pacientes en estado grave si estos no se habían confesado
previamente.
El primer Hospital Des Ignocents, Folls
e Orats
A
raíz del sermón del padre Jofré, después
de las pertinentes autorizaciones papales y reales, se construyó bastante
rápidamente, aunque parece ser que con materiales pobres, el complejo
hospitalario, que constaba ya a mediados del siglo XV de una iglesia, pabellón
de locos, pabellón de locas y dependencias auxiliares.
Para
su construcción se utilizaron terrenos dentro de la muralla cristiana del siglo
XIV, al lado de la puerta de Torrente
Placa
cerámica conmemorativa en el antiguo manicomio de Patraix
Por
descripciones posteriores, se supone que los pabellones que eran de planta
cuadrada, constaban, en ambos casos, de dos pisos con un total de unas treinta
habitaciones que daban a un patio central y que tenían celdas especiales para
enfermos peligrosos.
En
las posteriores rehabilitaciones de la iglesia, participó el cantero Françesc
Baldomar, el que, entre otras cosas, prolongó el crucero de la catedral de
Valencia, y posteriormente el, también cantero Joan Corbera, maestro de obras
de la Lonja de Valencia a la muerte de Pere Compte. Para remate, en la iglesia
había decoración del gran pintor gótico Nicolás Falcó (pinturas en el museo san
Pio V)
Retablo
de la Purísima Concepción de Nicolás Falco, con la imaginería de Damián
Forment. Museo San Pío V
Para
ampliar esta información y otras de este blog, se puede leer la tesis doctoral
de Mercedes Gómez Ferrer.
Como
hemos indicado al principio, el hospital fue administrado por ciudadanos y no
por religiosos o poderes municipales, así como los ingresos para su
funcionamiento provenían de donaciones particulares, herencias, rentas de
propiedades, etc., aparte tenía privilegios reales. De hecho, si algún enfermo
fallecía en el Hospital sin testar, el hospital tenía derecho a disponer de su
herencia
Panel cerámico en el interior de la actual biblioteca de Maria Egipcíaca, en su retiro en el desierto
En
1414, se constituyó la cofradía del hospital, autorizada por el Trastámara
Fernando I de Aragón y por el Papa Benedicto XIII (el papa Luna), que estaban
reunidos en Morella cuando Lorenzo Salom, promotor de la construcción del
hospital, les solicitó la autorización.
Los
fines de la cofradía, aparte los económicos de ayudar al mantenimiento del hospital, fueron
los de atender a los condenados a muerte, enterrar a los náufragos, apoyar a
las viudas de los cofrades, así como ayudar a estos en momentos de enfermedad,
etc.
De
esta cofradía nace la imagen de la Virgen de los Desamparados, escultura
restaurada recientemente después de los daños sufridos en los primeros días de
la guerra civil
En
dicho hospital y centro de acogida de pobres y necesitados, durante la mayor
parte del siglo XV únicamente se trataron a enfermos mentales, hasta que en la
década de 1490 se solicitó permiso para
ampliar la gama de enfermedades a tratar en dicho centro, pasó a llamarse
Hospital del Sant Sperit de la Verge Maria dels Sants Ignocents.
Una
vez construido el nuevo complejo hospitalario, por cierto que la zona pertenecía
a la zona de influencia de la iglesia de San Martin, hospital al que se
trasladaron todos los enfermos del resto de los pequeños hospitales o centros
de acogida, excepto el de san Lázaro el de leprosos, ya pasó a denominarse
Hospital General a partir de 1512.
Hospital, con el nº 60, a principios del siglo XVII, según plano de Antonio Mancelli.
Ayuntamiento de Valencia. Se aprecian ya los dos cruceros.
Como
de pequeños eran los hospitales?, pues por ejemplo, en el siglo XIV, el
hospital de En Clapers y el de la Reina, tenían una media aproximada de trece
enfermos, mientras que el año de la fusión en 1512, el hospital de los
Inocentes, contaba con 50 pacientes masculinos y 48 femeninos.
La
idea de la unificación de todos los hospitales de Valencia (excepto san Lázaro)
en uno, se fue gestando desde 1482 promovida por el Consell Municipal, pero
como nuestro hospital era independiente de la municipalidad, se tuvo que
consensuar dicha unión, apoyada también por el rey Fernando el Católico. Se
consiguió la bula papal, gestionada en Roma por el embajador Vich, otorgada por el Papa de
la familia Medici León X.
Patio
del palacio de embajador Vich en Valencia, reconstruido en el museo San Pío V
Al
ampliarse la gama de enfermedades a tratar, se consideró hacer un hospital
mayor, comenzando las obras después de algunos retrasos. Parece que en mayo de
1494 se puso la primera piedra, con un diseño que había hecho fortuna en
Italia, en planta en cruz griega, del que el mayor representante es el Hospital
Mayor de Milán, diseñado por Antonio Avelino, conocido como Filarete.
Hospital
mayor de Milán donde se ve la doble planta de cruz griega, una parte para
hombres, la otra para mujeres y una capilla en el centro
La
construcción de nuestro hospital se realizó lentamente por motivos de precariedad económica, hasta
que, una vez aprobada la reunificación de hospitales en 1512, el Consell de la
Ciudad, apoyó la construcción con suficientes medios económicos.
Aun
así, la construcción tuvo una interrupción de unos 20 años por motivos
presupuestarios una vez construidas las dos primeras enfermerías (los dos
primeros brazos de la cruz), aun así, en 1517 se estima en unos 350 los
enfermos ingresados en dichas enfermerías.
Puerta
del siglo XV, encastrada en la muro de cierre del hospital, ahora exenta, con
la Virgen erguida sosteniendo a Jesús en su brazo izquierdo enmarcada por un
arco conopial.
En el detalle del plano de Tosca, foto de la derecha, se aprecia la que parece ser dicha puerta de entrada al recinto hospitalario (justo delante del nº 63)
Se
supone que la confluencia de diversos hechos como la gran inundación del Turia
en 1517 con la prioridad de la reconstrucción de las casas afectadas, la
epidemia de peste de 1519, la guerra de las Germanías con sus consecuencias directas hasta mediados de la
segunda decena del siglo XVI, fueron motivos más que suficientes para la casi
paralización de las obras.
Gracias
al legado de Germana de Foix, virreina de Valencia hasta su muerte en 1538, se
pudieron continuar las obras hasta terminar en 1542 la tercera y cuarta
enfermerías con los mismos criterios que las dos primeras, incluido el techado
en madera.
Germana
de Foix, segunda mujer de Fernando el Católico y virreina del reino de Valencia
después de las Germanías.
Este
diseño de hospitales en forma de cruz griega, con amplia ventilación, fue
utilizado en más hospitales bajo el reinado de los Reyes Católicos, como el Hospital
de Santiago, el de la Santa Cruz en Toledo, el Hospital real de Granada…,
siendo el nuestro, uno de los primeros, si no el primero, en diseñarse en
España de esta forma.
Planta
del hospital de la Santa Cruz de Toledo
En nuestro hospital, además, estaba la capilla
en la intersección de los brazos debajo del cimborrio, con lo que todos los
enfermos tenían visión de esta. El cimborrio tenía una estructura octogonal y
cubrición de madera, cuatro grandes arcos y pechinas entre ellos.
Vista
nadir del cimborrio
El
estilo de construcción, el ya vigente por nuestros lares a principios del siglo
XVI, el renacentista, con capiteles tanto de estilo dórico como compuesto, con
las columnas entorchadas, la moda en aquella Valencia. Después del incendio de
1545 las columnas fueron cambiadas por las actuales
Capitel
de orden compuesto, con las hojas de acanto muy deterioradas
Constaba
de cuatro alas (los brazos de la cruz) y dos pisos separándose las mujeres y
los hombres, así como por las distintas enfermedades. Piso inferior para
hombres y superior para mujeres, separados por un solado también en madera.
Una
de las alas del hospital, con su disposición actual
En
1545 sufrió un gran incendio, con varios muertos, reconstruyéndose después pero
ya con el techo en obra con abovedamiento en ladrillo, en lugar de madera como
en su construcción primitiva. Los primeros enfermos volvían al hospital en 1548.
Seguramente se ensancharon los pasillos unos dos metros.
Clave
actual del cimborrio, con la Virgen cubriendo con su manto a los desamparados
En
este hospital, se crearon varias secciones para atender distintos tipos de
enfermedad, estaban las salas para enfermos genéricos o sala de Febres ( que dio
nombre a este crucero), otra para enfermos de sífilis (morbo gallico o mal
francés), otra que trataba a los heridos, así como también habían espacios para
las enfermedades mentales y de acogida.
Respecto
al personal sanitario y de servicio, fue evolucionando en número, pero en esta
época constaba de uno, dos o tres médicos, en general de prestigio, cirujanos,
boticarios además de un sacerdote y un sacristán, además del resto de personal
de servicio, cocineros, lavanderas, etc
Imagen
de apóstoles y virtudes con Santo Tomas y La Justicia
Ya
después del gran incendio de 1545 se pensó en construir otro crucero para los
enfermos del “mal de Siment”, o sea, de sífilis, aunque tardó unos cuarenta
años en empezar a construirse por, una vez más, problemas de presupuesto.
Su
estilo de construcción es bastante similar al otro crucero o de “Febres”, pero
con dos de los cuatro lados mucho más cortos.
Maqueta
basada en el plano del Padre Tosca del siglo XVIII donde se aprecian los dos
cruceros y en el segundo crucero los brazos desiguales. A su izquierda en la
muralla, el portal de Torrent y a su derecha el convento de los Agustinos.
Panel
cerámico con Maria Magdalena, junto a
uno de sus símbolos iconográficos más conocidos, el frasco de ungüento.
El
crucero de “mal de Siment”, el ultimo construido, fue derribado en la década de 1960, y gracias a la declaración
como Monumento Histórico Artístico Nacional en noviembre de 1963 se paralizó la
destrucción del de “Febres”, que es la actual biblioteca municipal.
Los
restos de columnas, capiteles…. que vemos en cierto orden en el jardín entre la
actual biblioteca y el Muvim, pertenecen a este derribado segundo hospital
Columnas
y capiteles jónicos con el jardín en primer plano y el cimborrio al fondo
Quedan,
igualmente, restos de las entradas a la universidad de medicina del siglo XIX,
una por la c/ del Hospital, la principal que da a Guillem de Castro, con la
estatua de Esculapio sentado en un sillón en medio de una estructura neoclásica
con distintos medallones y frisos
Detalle
de elementos decorativos en la entrada, con un friso dando clase (quizás Hipatia
de Alejandría dando clase) y el en el tondo al árabe Abens Chol Chol
No hay comentarios:
Publicar un comentario