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miércoles, 2 de agosto de 2017

Padre Jofré, Hospital medieval de Valencia



                                         Vista del edificio desde la calle Guillem de Castro

     El hospital general de Valencia, comenzó siendo un hospital para la acogida y tratamiento de personas con demencia, promovido por particulares, 10 burgueses, inspirados por el  sermón en la catedral en el primer domingo de cuaresma (24 de febrero) del año 1409 del sacerdote secular fray Gilabert Jofré.

     En dicho sermón, motivado por el maltrato contemplado por él mismo cuando acudía a la catedral a  una persona  de las considerados como “locos”, sugirió la creación de un centro de acogida y tratamiento de personas con esas características.


      Joaquín Sorolla, Palacio de la Generalitat. Se ve al loco en el suelo detrás del Padre Jofré

     Tan inspirador fue el sermón, que al acabar la misa un grupo de personas encabezados por el comerciante valenciano Lorenzo Salom se reunieron con el padre Jofré y acordaron la creación de un hospital llamado “ Dels Ignocents, Folls e Orats”.

     Sería un hospital laico, que se subvencionaría con aportaciones, donaciones y legados de particulares. Estaría regido por una junta de diez administradores civiles, no religiosos, ni pertenecientes a la nobleza.


                                                       Placa conmemorativa del siglo XIX (Trece? ciudadanos)

     Seguramente también influyó el cambio de mentalidad en la época de pasar de considerar la locura de ser un castigo divino a un comportamiento que debía ser tratado o atendido en cualquier caso

    La construcción del hospital, con las autorizaciones papales (bula de Benedicto XIII en 1410) y reales, por Martin I, empezó inmediatamente, abriendo las puertas del hospital en 1410.

     Durante prácticamente todo el siglo XV, el hospital se mantuvo atendiendo y dando cobijo exclusivamente a personas dementes, siendo a partir de 1493 cuando se amplió el campo de atención a las demás enfermedades y traumatismos.

     Ya en 1512, por sentencia del rey Fernando el Católico, se unificaron los distintos hospitales de Valencia con la excepción del de San Lázaro que permaneció aparte, aunque dependiente del nuevo Hospital General.

      El de San Lázaro era un hospital de leprosos, que se mantuvo en los alrededores de la calle Sagunto de Valencia. Los hospitales de leprosos, se solían colocar fuera de las ciudades, pero cerca de un camino de entrada a ellas, para facilitar la mendicidad.


                                                El antiguo hospital, hoy biblioteca, en imagen de Google.

     En 1545, después de un gran incendio, con varias víctimas, se procedió a la reconstrucción de este primer crucero de planta cruciforme, una de las construcciones de este tipo más tempranas en la península, ya en estilo renacentista.  Actualmente alberga la biblioteca municipal.

     Todavía en el siglo XVI( 1588), se construyó, también en planta cruciforme un nuevo crucero, hoy día desaparecido, pero parte de sus restos, capiteles, columnas…, se pueden ver en los jardines que rodean a la biblioteca y al Muvim


Así estaba el Hospital a primeros del siglo XVIII. Plano del Padre Tosca. Ayuntamiento de Valencia. Se observan los dos cimborrios en el centro de los brazos. La entrada al recinto estaba donde figura el nº 63, en la actual calle del Hospital.


En este plano de Antonio Mancelli, unos 100 años anterior al de Tosca, vemos los dos edificios, con el convento y huertos de los Agustinos  a la izquierda.

     El hospital se mantuvo operativo hasta la apertura del nuevo hospital general de Valencia en la avenida del Cid en el año 1962.

     En los terrenos entre el hospital y la calle Guillem de Castro, se construyó en 1885 la facultad de medicina de nueva planta en el lugar donde ya se estudiaba medicina en condiciones más precarias. Cabe destacar que Ramón y Cajal impartió clases en ella entre 1884 y 1887


Puerta de entrada a la universidad instalada en el siglo XIX

     Facultad que estuvo operativa hasta la construcción de la nueva universidad en la avenida Blasco Ibáñez en el año 1964, en el lugar donde estaba situado un hospital militar después de la guerra civil del 36-39.


                                                   Medallón de Hipócrates de Cos entre los arcos de la puerta

                                          BREVÍSIMA HISTORIA DE LA MEDICINA

             ANTIGÜEDAD

     Antes de centrarnos en nuestro antiguo hospital medieval, vamos a curiosear  a vuelo de pájaro por parte de la historia de la profesión médica hasta la edad media.

     Existen textos médicos en la antigüedad como el egipcio Papiro de Ebers, datado a mediados del segundo milenio a.c. de una gran extensión, de unos 20 mts de longitud, describiendo una gran variedad de tipologías médicas.




                                                                         Muestra del Papiro de Ebers

     En Grecia nos encontramos con los templos dedicados a Asclepio (el Esculapio romano), por cierto, según la mitología, Asclepio tuvo una hija, Hygeia, que era la diosa de la sanidad y de la limpieza, de ahí la palabra higiene…..

     Estos Asclepiones, constaban de un conjunto de edificios, templos dedicados a algún dios y una zona para recibir y tratar a los enfermos, además de que se enseñaba medicina en ellos, desarrollándose en gran medida la medicina en la Grecia clásica.


                                                            Restos del Asclepeion de Pérgamo

     Sin embargo en la antigua Grecia, los médicos eran considerados como  artesanos, ascendiendo muy pocos de ellos en la escala social y siempre por grandes méritos y prestigio, como es el caso de Hipócrates.

     Un detalle curioso derivado de aquella época: el símbolo utilizado era la vara de Asclepio, una vara con una serpiente enrollada a su alrededor, sin embargo, por una cadena de confusiones empezando por un médico de Enrique VIII de Inglaterra que lo puso en su escudo, hasta el servicio médico de EEUU. Actualmente se utiliza más el caduceo de Hermes (el Mercurio romano), que es igualmente una vara con las alas del mensajero de los dioses (Hermes) y dos serpientes entrelazadas

Diferencia entre los dos simbolos

     En Roma, resulta curioso el que se buscase a los prestigiados médicos griegos, ofreciendo Julio Cesar y Augusto a los que se instalasen en Roma el estar libre de impuestos.

     Desaparecido el imperio romano de occidente, en el siglo VI San Benito de Nursia fundó en Montecasino (centro de Italia) una abadía, con un hospital para viajeros y enfermos, fomentando entre los benedictinos y los posteriores seguidores de su regla la atención a los enfermos. Es el tipo que se utilizó durante la Edad Media como ejemplo de los monasterios.


                                       Monasterio de principios del siglo IX de Saint Gall (Suiza)

     A principios del siglo IX y siguiendo la regla Benedictina, se reconstruye el monasterio de Saint Gall, en época Carolingia, con diversas edificaciones alrededor de la iglesia con instalaciones para atender a los peregrinos, a los pobres y a los enfermos. Constaba también con un huerto de plantas medicinales

     Con lo que durante varios centenares de años la medicina en occidente fue practicada fundamentalmente por las órdenes religiosas.

     En el mundo musulmán, la medicina y su enseñanza se realizaba en los maristanes, en general mezcla de hospital y escuela de medicina.

     Por una casualidad del destino, en el imperio Sasánida, en la ciudad de Gundishapur, se encuentran la cultura medica bizantina trasmitida por los Nestorianos después de su expulsión tras el concilio de Éfeso en el siglo V, el saber Bizantino tras el cierre de la academia de Atenas por Justiniano en el siglo VI, la farmacopea Hindú y el propio conocimiento Persa, dando lugar a la mejor escuela (y hospital) de la época.


                                                             Ruinas actuales de Gundishapur

     Cuando el  imperio Sasánida fue conquistado por los musulmanes en el siglo VII, se mantuvo este foco de medicina y cultura, hasta la fundación en Bagdad, capital del imperio Abbasida, de su hospital/universidad de medicina y su progresiva preeminencia dentro del imperio musulmán.

      MEDICINA EN OCCIDENTE

     Seguramente en Salerno (al sur de Nápoles), ya en el siglo IX fue el primer lugar del occidente cristiano en que se empezó a traducir con criterio y continuidad textos griegos y árabes sobre medicina. Como a los profesores de la escuela de medicina se les daba el titulo de Magistri, se ha considerado a Salerno como la primera escuela de medicina occidental.


     Miniatura de Salerno según una reproducción del libro de Avicena “El canon medicinae”

     Esta escuela de Salerno sirvió de inspiración para que ya en el siglo XII se reglamentase en la normanda Sicilia, con Roger II,  la atención médica y en el siglo siguiente, también en Sicilia ya bajo el dominio de los Hohenstaufen, Federico II decretó la obligación de estudiar cinco años en Salerno y ejercer un año más con un médico, antes de establecerse por su cuenta.

      MEDICINA EN EL REINO DE VALENCIA

     En la corona de Aragón, la primera universidad de medicina, fue la de Montpellier, que obtuvo del papa Honorio III sus estatutos, aunque previamente ya se enseñaba medicina en esa ciudad, incluso antes de pertenecer a la corona de Aragón en tiempos de Pedro II al casarse este con Maria de Montpellier. (Jaime I nació en 1208 en esa ciudad).


                                                                        Maestros y alumnos

     Posteriormente, ya en 1300, se abrió la universidad de Lleida. La de Valencia se crearía, como Estudi General a principio del siglo XVI (1502) siendo el valenciano Rodrigo de Borja el Papa que concedió la bula de creación y Fernando el Católico el rey que dio el privilegio correspondiente.


                                                          Luis Vives en la Universidad de Valencia

     En Valencia, después de la conquista a los musulmanes por el rey de la corona de Aragón  Jaime I en 1238, se fundan varios hospitales, en general todavía basados en las órdenes religiosas, como por ejemplo un hospital regido por monjes trinitarios, en el lugar donde posteriormente en el siglo XV se construiría la actual iglesia de la Trinidad.

     Otro de los primeros hospitales fue el creado por la orden de San Juan del Hospital en la calle Trinquete Caballeros, así como un hospital para leprosos, el hospital de San Lázaro en las cercanías de la calle Sagunto, donde todavía queda una pequeña ermita.


                                                   Arcosolios en la iglesia de San Juan del Hospital

     Estos hospitales tenían un carácter tanto asistencial como caritativo, recogiendo además de enfermos a pobres e indigentes.

     Más adelante en el siglo XIV, se fundan mas hospitales como el de la Reina o Santa Lucía, dejado en su testamento por la reina, viuda del rey Pedro I de Valencia, Constanza  de Sicilia, fallecida en 1302, con administración franciscana.

     Por el cambio de mentalidad de la época, ya se fundan, a partir del siglo XIV más hospitales en los que la burguesía sustituye a las órdenes religiosas en su fundación y administración, como ejemplos tenemos los fundados por Bernat den Clapers cerca de la calle Sagunto y el hospital Des Beguins, fundado por Ramón Guillem, cerca de la iglesia de san Agustín, y varios hospitales/casas de acogida más

     La mayoría de estos hospitales, pequeños en general, fueron pasando poco a poco, a ser administrados por los Jurados de Valencia o con control municipal, con la ayuda económica para su correcto funcionamiento tanto como hospital como casa de asistencia a indigentes y pobres.


Jurados de Valencia con el franciscano Eiximenis con su libro “Regiment de la cosa pública” en la mano

     En el reino de Valencia, en la primera mitad del siglo XIV en las cortes de Valencia de 1329, se incluyó en los Fueros la obligación  para ejercer la medicina de haberse sacado el título en una universidad y posteriormente pasar un examen local, examen también necesario para practicar la cirugía y obligatorio también para los barberos. La universidad de Lérida y las italianas fueron las normalmente elegidas por los estudiantes valencianos para sus estudios.

     Como curiosidad, diremos que en dichos fueros de 1329, se estableció la obligación para el médico de escribir un informe pericial si era requerido por la autoridad competente, así como de la receta escrita. Igualmente los médicos no podían atender a los pacientes en estado grave si estos no se habían confesado previamente.

       El primer Hospital Des Ignocents, Folls e Orats

     A raíz del sermón  del padre Jofré, después de las pertinentes autorizaciones papales y reales, se construyó bastante rápidamente, aunque parece ser que con materiales pobres, el complejo hospitalario, que constaba ya a mediados del siglo XV de una iglesia, pabellón de locos, pabellón de locas y dependencias auxiliares.

     Para su construcción se utilizaron terrenos dentro de la muralla cristiana del siglo XIV, al lado de la puerta de Torrente


                      Placa cerámica conmemorativa en el antiguo manicomio de Patraix

     Por descripciones posteriores, se supone que los pabellones que eran de planta cuadrada, constaban, en ambos casos, de dos pisos con un total de unas treinta habitaciones que daban a un patio central y que tenían celdas especiales para enfermos peligrosos.

     En las posteriores rehabilitaciones de la iglesia, participó el cantero Françesc Baldomar, el que, entre otras cosas, prolongó el crucero de la catedral de Valencia, y posteriormente el, también cantero Joan Corbera, maestro de obras de la Lonja de Valencia a la muerte de Pere Compte. Para remate, en la iglesia había decoración del gran pintor gótico Nicolás Falcó (pinturas en el museo san Pio V)


Retablo de la Purísima Concepción de Nicolás Falco, con la imaginería de Damián Forment. Museo San Pío V

     Para ampliar esta información y otras de este blog, se puede leer la tesis doctoral de Mercedes Gómez Ferrer.

     Como hemos indicado al principio, el hospital fue administrado por ciudadanos y no por religiosos o poderes municipales, así como los ingresos para su funcionamiento provenían de donaciones particulares, herencias, rentas de propiedades, etc., aparte tenía privilegios reales. De hecho, si algún enfermo fallecía en el Hospital sin testar, el hospital tenía derecho a disponer de su herencia


                                    Panel cerámico en el interior de la actual biblioteca de Maria Egipcíaca, en su retiro en el desierto

     En 1414, se constituyó la cofradía del hospital, autorizada por el Trastámara Fernando I de Aragón y por el Papa Benedicto XIII (el papa Luna), que estaban reunidos en Morella cuando Lorenzo Salom, promotor de la construcción del hospital, les solicito la autorización.

     Los fines de la cofradía, aparte los económicos de ayudar al mantenimiento del hospital, fueron los de atender a los condenados a muerte, enterrar a los náufragos, apoyar a las viudas de los cofrades, así como ayudar a estos en momentos de enfermedad, etc.


De esta cofradía nace la imagen de la Virgen de los Desamparados, escultura restaurada recientemente después de los daños sufridos en los primeros días de la guerra civil

     En dicho hospital y centro de acogida de pobres y necesitados, durante la mayor parte del siglo XV únicamente se trataron a enfermos mentales, hasta que en la década de 1490  se solicitó permiso para ampliar la gama de enfermedades a tratar en dicho centro, pasó a llamarse Hospital del Sant Sperit de la Verge Maria dels Sants Ignocents.

     Una vez construido el nuevo complejo hospitalario, por cierto que la zona pertenecía a la zona de influencia de la iglesia de San Martin, hospital al que se trasladaron todos los enfermos del resto de los pequeños hospitales o centros de acogida, excepto el de san Lázaro el de leprosos, ya pasó a denominarse Hospital General a partir de 1512.


Hospital, con el nº 60, a principios del siglo XVII, según plano de Antonio Mancelli. Ayuntamiento de Valencia. Se aprecian ya los dos cruceros.

     Como de pequeños eran los hospitales?, pues por ejemplo, en el siglo XIV, el hospital de En Clapers y el de la Reina, tenían una media aproximada de trece enfermos, mientras que el año de la fusión en 1512, el hospital de los Inocentes, contaba con 50 pacientes masculinos y 48 femeninos.

     La idea de la unificación de todos los hospitales de Valencia (excepto san Lázaro) en uno, se fue gestando desde 1482 promovida por el Consell Municipal, pero como nuestro hospital era independiente de la municipalidad, se tuvo que consensuar dicha unión, apoyada también por el rey Fernando el Católico. Se consiguió la bula papal, gestionada en Roma por el embajador Vich, otorgada por el Papa de la familia Medici León X.


     Patio del palacio de embajador Vich en Valencia, reconstruido en el museo San Pío V

     Al ampliarse la gama de enfermedades a tratar, se consideró hacer un hospital mayor, comenzando las obras después de algunos retrasos. Parece que en mayo de 1494 se puso la primera piedra, con un diseño que había hecho fortuna en Italia, en planta en cruz griega, del que el mayor representante es el Hospital Mayor de Milán, diseñado por Antonio Avelino, conocido como  Filarete.


Hospital mayor de Milán donde se ve la doble planta de cruz griega, una  parte para hombres, la otra para mujeres y una capilla en el centro

     La construcción de nuestro hospital se realizó lentamente por motivos de precariedad económica, hasta que, una vez aprobada la reunificación de hospitales en 1512, el Consell de la Ciudad, apoyó la construcción con suficientes medios económicos.

     Aun así, la construcción tuvo una interrupción de unos 20 años por motivos presupuestarios una vez construidas las dos primeras enfermerías (los dos primeros brazos de la cruz), aun así, en 1517 se estima en unos 350 los enfermos ingresados en dichas enfermerías.



Puerta del siglo XV, encastrada en la muro de cierre del hospital, ahora exenta, con la Virgen erguida sosteniendo a Jesús en su brazo izquierdo enmarcada por un arco conopial.

En el detalle del plano de Tosca, foto de la derecha, se aprecia la que parece ser dicha puerta de entrada al recinto hospitalario (justo delante del nº 63)

    Se supone que la confluencia de diversos hechos como la gran inundación del Turia en 1517 con la prioridad de la reconstrucción de las casas afectadas, la epidemia de peste de 1519, la guerra de las Germanías con sus consecuencias directas hasta mediados de la segunda decena del siglo XVI, fueron motivos más que suficientes para la casi paralización de las obras.

     Gracias al legado de Germana de Foix, virreina de Valencia hasta su muerte en 1538, se pudieron continuar las obras hasta terminar en 1542 la tercera y cuarta enfermerías con los mismos criterios que las dos primeras, incluido el techado en madera.


Germana de Foix, segunda mujer de Fernando el Católico y virreina del reino de Valencia después de las Germanías.

     Este diseño de hospitales en forma de cruz griega, con amplia ventilación, fue utilizado en más hospitales bajo el reinado de los Reyes Católicos, como el Hospital de Santiago, el de la Santa Cruz en Toledo, el Hospital real de Granada…, siendo el nuestro, uno de los primeros, si no el primero, en diseñarse en España de esta forma.


                                           Planta del hospital de la Santa Cruz de Toledo

      En nuestro hospital, además, estaba la capilla en la intersección de los brazos debajo del cimborrio, con lo que todos los enfermos tenían visión de esta. El cimborrio tenía una estructura octogonal y cubrición de madera, cuatro grandes arcos y pechinas entre ellos.


                                                                         Vista nadir del cimborrio

     El estilo de construcción, el ya vigente por nuestros lares a principios del siglo XVI, el renacentista, con capiteles tanto de estilo dórico como compuesto, con las columnas entorchadas, la moda en aquella Valencia. Después del incendio de 1545 las columnas fueron cambiadas por las actuales


                            Capitel de orden compuesto, con las hojas de acanto muy deterioradas

      Constaba de cuatro alas (los brazos de la cruz) y dos pisos separándose las mujeres y los hombres, así como por las distintas enfermedades. Piso inferior para hombres y superior para mujeres, separados por un solado también en madera.


                                             Una de las alas del hospital, con su disposición actual

     En 1545 sufrió un gran incendio, con varios muertos, reconstruyéndose después pero ya con el techo en obra con abovedamiento en ladrillo, en lugar de madera como en su construcción primitiva. Los primeros enfermos volvían al hospital en 1548. Seguramente se ensancharon los pasillos unos dos metros.


     Clave actual del cimborrio, con la Virgen cubriendo con su manto a los desamparados

     En este hospital, se crearon varias secciones para atender distintos tipos de enfermedad, estaban las salas para enfermos genéricos o sala de Febres ( que dio nombre a este crucero), otra para enfermos de sífilis (morbo gallico o mal francés), otra que trataba a los heridos, así como también habían espacios para las enfermedades mentales y de acogida.

     Respecto al personal sanitario y de servicio, fue evolucionando en número, pero en esta época constaba de uno, dos o tres médicos, en general de prestigio, cirujanos, boticarios además de un sacerdote y un sacristán, además del resto de personal de servicio, cocineros, lavanderas, etc


                                        Imagen de apóstoles y virtudes con Santo Tomas y La Justicia

     Ya después del gran incendio de 1545 se pensó en construir otro crucero para los enfermos del “mal de Siment”, o sea, de sífilis, aunque tardó unos cuarenta años en empezar a construirse por, una vez más, problemas de presupuesto.

Su estilo de construcción es bastante similar al otro crucero o de “Febres”, pero con dos  de los cuatro lados mucho más cortos.


Maqueta basada en el plano del Padre Tosca del siglo XVIII donde se aprecian los dos cruceros y en el segundo crucero los brazos desiguales. A su izquierda en la muralla, el portal de Torrent y a su derecha el convento de los Agustinos.



Panel cerámico  con Maria Magdalena, junto a uno de sus símbolos iconográficos más conocidos, el frasco de ungüento.

     El crucero de “mal de Siment”, el ultimo construido, fue derribado en la década de 1960, y gracias a la declaración como Monumento Histórico Artístico Nacional en noviembre de 1963 se paralizó la destrucción del de “Febres”, que es la actual biblioteca municipal.

     Los restos de columnas, capiteles…. que vemos en cierto orden en el jardín entre la actual biblioteca y el Muvim, pertenecen a este derribado segundo hospital


                    Columnas y capiteles jónicos con el jardín en primer plano y el cimborrio al fondo

Quedan, igualmente, restos de las entradas a la universidad de medicina del siglo XIX, una por la c/ del Hospital, la principal que da a Guillem de Castro, con la estatua de Esculapio sentado en un sillón en medio de una estructura neoclásica con distintos medallones y frisos


 
Detalle de elementos decorativos en la entrada, con un friso dando clase (quizás Hipatia de Alejandría dando clase) y el en el tondo al árabe Abens Chol Chol


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