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jueves, 30 de mayo de 2019

Retablo de San Miguel Arcángel



Retablo de San Miguel Arcángel. Museo San Pio V, Valencia


     El retablo de San Miguel arcángel fue realizado en los albores del siglo XV, atribuido al pintor del estilo Gótico Internacional Jaume Matéu y encargado a principios del siglo XV para el convento de la Puridad de Valencia, de las hermanas franciscanas de Santa Clara.

     Fue comprado a una colección privada por la Generalitat Valenciana en 2005, incorporándose a este museo desde entonces.


                                                                                                   Retablo con la Predela

     Está compuesto por tres calles y una predela en su base con seis imágenes alrededor de un Cristo del tipo iconográfico Varón de Dolores.

                                                               Cristo Varón de Dolores, iconografia de influencia francesa

      En la calle principal aparece una espléndida figura de San Miguel con armadura completa como príncipe de las milicias celestiales y pendón con la cruz bermeja en la parte superior de la lanza, alanceando al demoníaco dragón de siete cabezas, del que surgen seis cabezas por su parte izquierda además de la cabeza principal.


                                                                        Arcangel San Miguel y dragón de siete cabezas

     En la calle de la derecha, en el casalicio superior vemos a San Miguel confortando a Jesús con nimbo crucífero en el monte de los Olivos antes de su prendimiento, con los tres apóstoles que le acompañaron, San Pedro tendido en el suelo,  Santiago el Mayor y san Juan Evangelista con túnica azulada, durmiendo. Las rocas del fondo, que aportan una cierta profundidad a la escena, parecen “acartonadas”, en sintonía con el gusto de la época.


 Jesús diciendo: "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle". Lucas 22;42-43


     La siguiente escena muestra a Cristo en majestad con la bola del mundo en su mano izquierda, rodeado por una mandorla con adoración de ángeles. San Miguel está situado con lanza, escudo y pendón a la izquierda en primer termino.


Corte celestial
     En la última escena de la parte izquierda, San Miguel a la cabeza del ejercito de ángeles, arrojan a los rebeldes a las fauces del monstruo bíblico Leviatán, Satanás según el Apocalipsis,  del que se aprecian sus afilados dientes y un brillante ojo.


                                                                     Leviatán "engullendo" ángeles derrotados

     Respecto a la parte derecha, en la casa superior, vemos a San Miguel como psicopompo, pesando las almas.


San Miguel como conductor de almas


El diablo, artero, haciendo trampa

     Las siguientes dos escenas, hacen referencia a la Leyenda Dorada del dominico y obispo de Génova del siglo XIII Jacobo de la Vorágine en su hagiografía de San Miguel, en la que narra como a un rico pastor del sureste de Italia cerca de la ciudad de Siponto, se le pierde un buey y este sale a buscarlo encontrándolo  en la cima de un monte, el monte Gargano, en la entrada de una cueva.


     El pastor le disparó una flecha pero milagrosamente el viento la desvió y acabó en el lanzador, situación que recoge la primera de las dos casas.



     En la última imagen, el pastor va a consultar con el obispo de Siponto a que se debía este extraño fenómeno y después de ayunar durante tres días, se le apareció San Miguel al obispo diciéndole que Él mismo había provocado todos los acontecimientos y que había decidido morar en la cueva donde fue encontrado el buey.


       El obispo extrayendo la flecha


                                                        Monasterio dedicado a San Miguel en el monte Gargano, en la Apulia Italiana.

     Los santos personajes que en la predela están reflejados, son de izquierda a derecha según se mira el retablo los siguientes: San Antonio abad, patriarca de los cenobitas de la Tebaida, con su bastón en forme de tau. Santa Clara, fundadora de la orden de las clarisas, cuyo convento en Valencia encargo el retablo, con el hábito franciscano.


     Las tres figuras centrales, corresponden a Cristo Varón de Dolores sostenido por un ángel y rodeado por su madre y por San Juan evangelista.

     
     Las dos últimas figuras son de Santa Catalina de Alejandría con la rueda de su martirio y san Francisco de Asís que muestra los estigmas de Cristo en sus manos




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