Mitología Griega 4, Titanomaquia
En el post nº3 de esta serie, vimos el
nacimiento de los dioses Olímpicos y a Zeus criado en Creta por, entre otros,
la cabra Amaltea. También como los
hermanos de Zeus permanecían en el interior de Cronos, su padre, que los
había devorado al nacer.
En estos dos lienzos, ambos del pintor
clasicista francés Nicolás Poussin, se narra el cuidado a Zeus (según Robert Graves) por parte de Adrastea,
una ninfa del Fresno y su hermana Io, hijas de Meliseo, rey de Creta.
En ambas pinturas, vemos como Adrastea e Io alimentan a Zeus niño ayudadas por un pastor o Curete, que en el primer cuadro sujeta a la cabra Amaltea mientras Zeus mama la leche de sus ubres con una ninfa del agua al fondo, y en el segundo una ninfa recoge miel de las colmenas, mientras las abejas "trabajan" a su alrededor en tanto que el pastor ordeña a Amaltea y Adrastea alimenta a Zeus.
Seguimos con Hesíodo:
Creció rápidamente Zeus y engañado por Gea,
Cronos expulsó al resto de sus hijos “Primero
vomitó la piedra, última cosa que tragó…”. Luego Cronos vomitó a sus otros
cinco hijos.
Zeus liberó a los tres Cíclopes, sus tíos,
“a los que insensatamente encadenó su
padre (Urano)” y en agradecimiento, estos le regalaron “el
llameante rayo, el trueno y el relámpago”. Zeus gobernó con ellos a “mortales e inmortales”.
Vamos a ver como Hesíodo narra la brutal
lucha entre los Titanes- otros hijos de
Gea y Urano- y los dioses Olímpicos, llamada Titanomaquia:
Veamos que hacían los dioses:
“Ya hacía tiempo que luchaban soportando dolorosas fatigas
enfrentados unos contra otros a través de violentos combates, los dioses
Titanes y los que nacieron de Cronos (los
Olímpicos)….”
Los tres Hecatónquiros, Coto, Briareo y
Giges, monstruos de cincuenta cabezas y cien brazos, también hijos de Gea y
Urano, a los que su padre “les ató con
fuerte cadena receloso de su formidable vigor…”, fueron liberados y
conducidos a la luz según indicaciones de Gea.
Llevaban los dioses combatiendo en
fatigosa lucha diez años y no se vislumbraba el final, permaneciendo el
resultado indeciso, cuando Zeus “les
ofreció a los poderosos Hecatónquiros el néctar y la deliciosa ambrosía, los
alimentos de los dioses, a estos les creció el pecho en ardorosa pasión” y
le dijeron a Zeus:
“…. Con corazón firme y resuelta decisión defenderemos vuestro poder en terrible
batalla luchando con los Titanes a través de violentos combates”.
Y aquel mismo día “provocaron una lucha terrible, todos, hembras y varones, Titanes y los
nacidos de Cronos (los dioses Olímpicos), estos apoyados por los tres Hecatónquiros de los que “cien brazos salían agitadamente de sus hombros y a cada uno cincuenta cabezas le nacían de
los hombros sobre robustos miembros”.
“Los Titanes, por otra parte afirmaron sus filas resueltamente. Unos
y otros exhibían el poder de sus brazos y de su fuerza… Y la tierra retumbó con
gran estruendo….”.
Bueno, Zeus también contribuía “avanzando sin detenerse, los rayos junto
con el trueno y el relámpago, volaban desde su poderosa mano…”.
Gigantomaquia de Jordaens, siglo XVII
Al final, claro, ganaron los Olímpicos, ya
que los Hecatónquiros lanzaban sin respiro trescientas rocas, cubriendo con
ellas a los Titanes, a los que enviaron bajo la tierra después de atarlos entre
inexorables cadenas tan hondos bajo
la tierra como está el cielo de la tierra, es decir a la distancia de un yunque
cayendo nueve días, al décimo llegarían al Tártaro.
Posteriormente hubo otra gran guerra
llamada Gigantomaquia, en la que Heracles (el Hércules romano), ayudando a los
Olímpicos tuvo una participación decisiva, ya que un mortal tenía que rematar a
los gigantes, y Heracles, fue el elegido para esa misión.
Zeus y Alcmena. Giulio Romano, (alumno de Rafael). Siglo XVI,
Heracles era otro de los hijos de Zeus con
madre humana, en este caso de Alcmena, mujer de Anfitrión, rey de Tirinto (ciudad en el este del Peloponeso) , a la que Zeus
engañó tomando la apariencia de su
esposo para yacer con ella, naciendo Heracles de esa relación.
Hesíodo no nos narra la Gigantomaquia,
aunque sí otra de menor calado entre Zeus y Tifón, la Tifonomaquia. Como es
natural, en ambas venció Zeus, consolidándose como la gran autoridad entre
humanos y dioses.
Una vez consolidada la situación entre los
dioses, veremos el nacimiento de algunos de los importantísimos y
conocidos hijos del insaciable Zeus, en general fuera del matrimonio con Hera,
su hermana y tradicional mujer.
Antes que con su hermana Hera, Zeus se
casó con la Titánide Metis paradigma de la astucia y diosa de la sabiduría.
Metis, que tenía el poder de cambiar de
forma, una vez embarazada fue tragada por Zeus para evitar que su primer hijo
varón nacido tras su primera hija, según la profecía, le destronara.
Pero a su debido tiempo, Zeus empezó a
tener inmensos dolores de cabeza hasta que su hermano Hefesto se la abrió y
salió…. Atenea de su cabeza completamente armada. Hay métodos originales
de nacer!!!, aunque con Dionisio también tiene tela….., ya lo veremos.
Estatua de Atenea en la avenida Blasco
Ibáñez en Valencia.
Hesíodo lo narra así: “ Y él, de su cabeza dio a luz a Atenea de ojos glaucos, terrible,
belicosa, conductora de ejércitos, invencible y augusta, a la que le encantan
los tumultos, guerras y batallas”.
Tradicionalmente, a Atenea se le atribuyen
varias características, como la de la inteligencia – por su madre Metis-, la
virginidad –Atenea Partenos-, la guerrera- Atenea Promacos-, la victoriosa-
Atenea Niké-, como diosa de la artesanía – ya hablaremos de Velázquez y su
cuadro de Aracne, etc.
Su nombre más usual, Palas Atenea, viene,
según el historiador griego del siglo II a.c. Apolodoro, de que Atenea mató accidentalmente a su compañera de juegos Palas y como sentimiento, añadió su
nombre delante del suyo.
Los eruditos sugieren que de esta forma a
Zeus se le incorporó la sabiduría y la astucia de Metis, como capacidad de
discernir y prevenir comportamientos futuros, características que le harán
falta a corto plazo.
Sobre Atenea, vamos a comentar el cuadro
de Botticelli de Palas y el Centauro, un lienzo encontrado en el florentino
palacio Pitti a finales del siglo XIX, aunque Vasari ya lo nombró en el siglo
XVI.
Este cuadro, temple sobre lienzo, pintado
en la década de los ochenta en el siglo XV, en la misma época en que pintó
también el nacimiento de Venus y la Primavera, marca el final de la época de
influencia Medici en su obra.
En
1492 murió Lorenzo el Magnífico y el monje dominico Savonarola revolucionó la
vida florentina expulsando a los Medici del poder y creando un ambiente de gran
austeridad moral, por ejemplo con sus hogueras de las vanidades, del que
Botticelli fue seguidor.
En el cuadro hay dos figuras centrales,
Palas Atenea y un centauro, con la usual idealización de rasgos y belleza con
que Botticelli pinta a sus personajes.
Hay dos interpretaciones usuales de este cuadro,
una, la más extendida es que dado que Atenea completamente relajada sujeta por el pelo al centauro, símbolo de la
lujuria, y este aparece resignado, es el triunfo de la castidad sobre la
lujuria. Hay que recordar la virginidad de Atenea…..
Igualmente, al ser considerado el centauro como la manifestación mas baja del "genero humano", el cuadro es el triunfo de la sabiduría, representada por Atenea, sobre la ignorancia, representada por el centauro.
Botticelli se toma la licencia de pintar a Atenea con una alabarda medieval en lugar de la típica lanza de la antigua Grecia, ambientando ese atributo de Atenea en la época en que fue pintado el cuadro.
Igualmente, al ser considerado el centauro como la manifestación mas baja del "genero humano", el cuadro es el triunfo de la sabiduría, representada por Atenea, sobre la ignorancia, representada por el centauro.
Botticelli se toma la licencia de pintar a Atenea con una alabarda medieval en lugar de la típica lanza de la antigua Grecia, ambientando ese atributo de Atenea en la época en que fue pintado el cuadro.
Para el otro significado, dado que
era un encargo de los Medici en la
década de los 80, hay que tener presente que la Florencia de Lorenzo el Magnífico
se encontraba inmersa en la posibilidad de una guerra contra el papa Sixto IV,
el de la Capilla Sixtina, aliado con Ferrante de Sicilia, por cierto Ferrante
era hijo bastardo de nuestro Alfonso V de Aragón.
Lorenzo se fue a Nápoles a negociar con
Ferrante y pudo evitar la guerra, por lo que, quizás, el significado del cuadro
es que la figura femenina, con el emblema de los Médici en todo el vestido y
recubierta de ramas de olivo, símbolo de la paz, triunfa sobre el Centauro,
también símbolo de la barbarie, armado con arco y flechas.
Como curiosidad, los Médici tenían un
emblema con tres círculos unidos con diamantes engarzados que es el dibujo con
los tres círculos en forma de triángulo representado en el traje de Palas.
Reverso de una medalla de la familia Médici
Modernos círculos de Borromeo
Ese particular sistema de enlazar los
círculos, es llamado círculos de Borromeo al estar en el escudo de la familia Borromeo
en Milán en el siglo XV. Es la unión de los tres círculos de tal manera que si se
soltase uno cualquiera de ellos los otros dos se separarían también. Ha sido
muy estudiado por los matemáticos y físicos e incluso en el psicoanálisis en
tiempos recientes, en fin, cosas curiosas que pasan……
Seguiremos hablando de Atenea ( y de Velazquez) en el
próximo post…..
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