Retablo de la Santa Cruz. Miquel Alcanyis. Museo San Pio V
INTRODUCCION
¿Podía la Santa Cruz, La Cruz donde Cristo fue crucificado, provenir de un árbol cualquiera?, la leyenda dice que no. En este retablo,
realizado en el estilo gótico llamado Internacional, el pintor valenciano
Miquel Alcanyis relató algunas vicisitudes del árbol del que se hizo la Santa
Cruz.
Para conocer de dónde viene esta leyenda, hay que recordar
que en el siglo XIII el fraile dominico y arzobispo de Génova Jacobo de la Vorágine,
recopiló en uno de los libros que mayor influencia ha tenido en la iconografía
de la pintura medieval, La Leyenda
Dorada, hagiografías de los santos y tradiciones orales sobre algunos
hechos religiosos, entre ellos la leyenda de la Santa Cruz.
La iconografía de la pintura desde el románico hasta prácticamente el siglo XIX, bodegones, retratos y motivos militares aparte, se basa fundamentalmente en tres libros: La Biblia y algún motivo sacado de los evangelios apócrifos, el libro de Ovidio " Las metamorfosis" para los temas mitológicos- por cierto, Ovidio fue contemporáneo de Cristo- y " la leyenda dorada" (quizás el menos conocido de los tres) para la vida y milagros de santos y algún que otro tema religioso.
La iconografía de la pintura desde el románico hasta prácticamente el siglo XIX, bodegones, retratos y motivos militares aparte, se basa fundamentalmente en tres libros: La Biblia y algún motivo sacado de los evangelios apócrifos, el libro de Ovidio " Las metamorfosis" para los temas mitológicos- por cierto, Ovidio fue contemporáneo de Cristo- y " la leyenda dorada" (quizás el menos conocido de los tres) para la vida y milagros de santos y algún que otro tema religioso.
De la Vorágine dividió la Leyenda en dos partes, “La invención de la Santa
Cruz” y “La exaltación de la Santa Cruz”, partes que el artista Alcanyis situó en este retablo en las calles
laterales, dejando en la calle central la escena de la crucifixión debajo del
doselete.
En este retablo pintado hace unos 600 años no se conserva la
predela o banco -la parte inferior rectangular del retablo-. Si que la conserva
el retablo de San Bonifacio Ferrer pintado por el florentino Gherardo Starnina
que trabajó en Valencia a finales del siglo XIV y principios de XV, cuadro situado en el museo a
la derecha de este, y que influyó en la pintura valenciana de la época y
también, claro está, en nuestro retablo.
Retablo de Fray Bonifacio Ferrer de Gherardo Starnina donde se ve la predela o
parte inferior enmarcada en negro, desaparecida en nuestro retablo
La leyenda de la Santa Cruz fue un tema iconográfico
medieval relativamente usual que fue utilizado por diversos pintores. Una de
las versiones más conocidas es la de Agnolo Gaddi para la iglesia de la Santa
Croce de Florencia
Agnolo Tadeo Gaddi, Iglesia de la Santa Cruz en Florencia.
Santa Helena descubriendo la verdadera cruz.
En otra
representación posterior, Piero della Francesca pintó la leyenda para la
iglesia de San Francisco en Arezzo, en la Toscana Italiana.
Piero Della Francesca, Iglesia de San Francisco en Arezzo.
Salomón recibe a la reina de Saba. Pasaje que no está representado en nuestro
retablo
En la corona de
Aragón también hay un retablo de la Santa Cruz de finales del siglo XV,
encargado para la iglesia de la Santa Cruz de Blesa (Teruel), obra de Miguel
Ximénez y Martín Bernad, que se encuentra actualmente en el Museo de Zaragoza.
Santa Helena y el emperador bizantino Heraclio con la Santa
Cruz en Jerusalén. Aunque vivieron con unos 300 años de diferencia….. Museo de
Zaragoza.
Volvamos a nuestro retablo.
DESCRIPCIÓN DEL RETABLO
Este retablo que tenemos en el Museo de San Pío V fue
encargado por una familia noble valenciana (los Pujades), cuyo escudo heráldico aparece sostenido por ángeles al lado de cada uno de los protagonistas de la Anunciación y también en el ático al lado de Cristo, y realizado a primeros del siglo
XV, para la capilla claustral de la Santa Cruz del convento de Santo Domingo de
Valencia (hoy capitanía militar).
Convento de Santo Domingo con el nº 17, basado en el plano
del padre Tosca de 1704. a su izquierda, pegada a el, la ciudadela o casa de las armas.
CALLE CENTRAL
En el ático de la calle central, vemos entre pináculos a
Cristo bendiciendo con la mano derecha, mientras en la izquierda sostiene un
libro con las letras alfa y omega como representación del principio y fin de
todas las cosas, creadas por Él. Está enmarcado por pináculos góticos y un arco
ligeramente ojival rematado con frondas.
Pináculos enmarcando el ático y pináculos y arco con frondas
cerrando a Cristo
Debajo del ático, encima del doselete se representa el
juicio final con la imagen de Cristo. Tiene los estigmas de la pasión en el costado, manos y pies y está
rodeado por ángeles trompeteros que despiertan a los muertos para que
salgan de sus sepulcros con serafines y querubines detrás suyo.
Los resucitados, dibujados de medio cuerpo, algunos desnudos, en general están recubiertos por una túnica con transparencias, de bastante mérito técnico al estar el retablo pintado al temple.
Los resucitados, dibujados de medio cuerpo, algunos desnudos, en general están recubiertos por una túnica con transparencias, de bastante mérito técnico al estar el retablo pintado al temple.
Resurrección de los muertos
Por último, el cuerpo de la calle central está ocupado por
una crucifixión, también con San Dimas y Gestas (fijarse las distintas expresiones de ambos), con los personajes clásicos al pie de la Cruz.
La sangre de Cristo salpica
el manto de la Virgen, en una iconografía nada usual.
Muestra en su parte inferior derecha a unos soldados que
echan a suerte la túnica de Cristo tal como dice el evangelio de San Juan “después
de dividir sus ropas en cuatro partes, como la túnica no tenía costuras, se la
jugaron a suertes” ( a los dados según la iconografía usual del barroco, a la "pajita" más larga como en este retablo….?).
Esto concuerda con lo que dice el libro de los Salmos “Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.” y los Evangelios (textual el de San Juan)
Esto concuerda con lo que dice el libro de los Salmos “Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.” y los Evangelios (textual el de San Juan)
Véase los trajes de los soldados romanos jugandose la túnica a la "pajita" más larga.
Obsérvese que en la iconografía medieval, los ladrones
suelen estar atados a la cruz, ya que a
los condenados normalmente se les ataba a la cruz con cuerdas y no clavados
como Cristo (con lo que también se cumple lo que dicen los Salmos “han taladrado mis manos y mis pies” y los
propios evangelios).
También tienen los dos ladrones las piernas rotas como
solía ser habitual , mientras que a Cristo
en lugar de quebrarle las piernas, el centurión romano Longinos (luego San
Longinos) le clavó la lanza en el costado derecho.
Así lo describe el evangelista Juan, «Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas», y así se cumplió una vez más la profecía del libro de los Salmos: «El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado. »
Así lo describe el evangelista Juan, «Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas», y así se cumplió una vez más la profecía del libro de los Salmos: «El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado. »
CALLES LATERALES
En la parte superior de las calles laterales, tenemos una
Anunciación en la que aparece el arcángel Gabriel portando un lirio, símbolo de
pureza, a la izquierda. A la derecha está la Virgen con la mano derecha extendida,
en actitud de sorpresa vestida con los colores azul –como madre celestial - y rojo
– símbolo de la pasión de Cristo-. Los escudos heráldicos, como ya hemos dicho, son de la familia del comitente del retablo
El arcángel Gabriel con el ramo de lirios
La virgen en posición de sorpresa (conturbatio) con la mano derecha extendida y el libro en la izquierda
En las calles laterales, se representan pasajes basados en
el ya comentado libro «La Leyenda Dorada» .
En la parte izquierda se presentan tres escenas sacadas del
capítulo de este libro “la invención de
la Santa Cruz“ y en la parte derecha otras tres escenas correspondientes al
capítulo “La exaltación de la Santa Cruz”
tal y como el fraile dominico separó ambas narraciones.
CALLE IZQUIERDA
En la calle de la izquierda vemos en la parte superior dos
escenas en el mismo marco. Arriba aparece Set, el tercer hijo de Adán, cuando
se dirige a las puertas del paraíso para pedir óleo del árbol de la
misericordia para ungir con él a su padre (Adán) enfermo, y recibe del arcángel
San Miguel un tallo que debe plantar en el monte Líbano. De este tallo, como
habréis adivinado, saldrá la madera para hacer la Santa Cruz.
Set recibiendo el tallo. Por cierto según La Voragine - siglo XIII-, "Conviene advertir que según fuentes fidedignas, Cristo murió cinco mil ciento noventa y nueve años después de que Adán pecara".
La fecha de la creación de la Tierra ha sido motivo de varios estudios "serios" basados en la Biblia, por ejemplo, en el siglo XVII el arzobispo de Armagh, James Ussher, primado de la iglesia anglo-irlandesa, estimó que el hombre había sido creado en la madrugada (9 de la mañana seguramente....) del 23 de octubre del año 4.004 antes de Cristo, y que, por ejemplo, el diluvio universal había ocurrido allá por el año 2.359 a.c.......
Set recibiendo el tallo. Por cierto según La Voragine - siglo XIII-, "Conviene advertir que según fuentes fidedignas, Cristo murió cinco mil ciento noventa y nueve años después de que Adán pecara".
La fecha de la creación de la Tierra ha sido motivo de varios estudios "serios" basados en la Biblia, por ejemplo, en el siglo XVII el arzobispo de Armagh, James Ussher, primado de la iglesia anglo-irlandesa, estimó que el hombre había sido creado en la madrugada (9 de la mañana seguramente....) del 23 de octubre del año 4.004 antes de Cristo, y que, por ejemplo, el diluvio universal había ocurrido allá por el año 2.359 a.c.......
En la parte inferior, Set se inclina sobre Adán, su padre, muerto
sujetando el tallo que le había
entregado el arcángel.
Adán, ya muerto, rodeado de sus descendientes
El libro citado contiene un pasaje, no representado en este
retablo, qué resulta interesante para
seguir el rastro de la futura Cruz. En él se explica que Salomón (sin conocer la historia)
cortó el árbol que había crecido del tallo plantado por Set para hacer un
puente.
La reina de Saba que iba a visitar a Salomón, al ver el madero, tuvo una revelación y le dijo a Salomón que algún día sobre ese madero habría de morir el Salvador. –Cuadro de Piero della Francesca comentado al principio del post-.
La reina de Saba que iba a visitar a Salomón, al ver el madero, tuvo una revelación y le dijo a Salomón que algún día sobre ese madero habría de morir el Salvador. –Cuadro de Piero della Francesca comentado al principio del post-.
Salomón entonces lo enterró profundamente con el fin de que
se perdiera y no se cumpliera la revelación de la reina de Saba. Sin embargo el madero apareció oportunamente
poco antes de la pasión de Cristo y fue utilizado para construir la cruz donde
Cristo fue crucificado.....
En la parte central de la calle de la izquierda se
representa la batalla de puente Milvio, un puente cercano a Roma, en el año 312
d.C., en la que Constantino derrotó a su rival por el imperio romano Majencio.
En la parte superior a la derecha se ve la cruz que, según la leyenda, se le apareció a Constantino, representado aquí rezando (cuando en realidad era pagano) delante de su tienda.
En la parte superior a la derecha se ve la cruz que, según la leyenda, se le apareció a Constantino, representado aquí rezando (cuando en realidad era pagano) delante de su tienda.
Constantino rezando vestido de cruzado
Resulta interesante el anacronismo de los ropajes de los
combatientes, a los que se representa como cruzados y musulmanes, es decir, los
combatientes por la Fé (como figuradamente eran las tropas romanas de Constantino)
y los enemigos de la Fé (el Islam) en la época medieval o sea, cuando el
retablo fue pintado. Seguramente fue pintado así para acercar y hacer más entendible el grabado a los feligreses.
Batalla de puente Milvio
Después de la victoria de Constantino, su madre,
Santa Helena, que sí que era cristiana,
viajó a Jerusalén en búsqueda de la Santa Cruz, y así enlazamos con la tercera escena
que también narra dos momentos distintos.
En la parte izquierda vemos a un judío llamado Judas, que
fue convencido por la “persuasiva” Helena para que le dijese donde se
encontraba enterrada la Cruz, indicando el lugar donde cavar en el monte Calvario (Gólgota en Hebreo) y de encontrar las tres cruces. Este
Judas se convirtió al cristianismo y
terminó siendo ungido obispo de Jerusalén con el nombre de Ciriaco.
Judas, con manto azul, indicando el sitio donde excavar
En la parte derecha, vemos a la misma Santa Helena
averiguando cuál de las tres cruces era la verdadera cruz de Cristo. Según
cuenta Santiago de la Vorágine, Santa Helena la identificó poniendo
sucesivamente sobre las tres cruces a una enferma desahuciada por los médicos.
La tercera cruz fue la que operó el milagro de la curación.
Con ello pudo
identificarla Santa Helena como la Cruz en la que murió Cristo. (El narrador
cuenta también otra posible versión en que la mujer no estaba enferma, sino
muerta e iba en comitiva a ser enterrada, y la Cruz la resucitó.)..... – Escena
también representada en Florencia al principio de este post-
Santa Helena, se trajo de vuelta un pedazo de la Santa Cruz,
origen de parte de los Lignum Crucis existentes
hoy.
CALLE DERECHA
Posteriormente, en el siglo VII, el emperador persa Cosroes
II arrebató Jerusalén al imperio Bizantino y se llevó la Santa Cruz a su
capital. El emperador Bizantino Heraclio se propuso entonces recuperar la reliquia
y declaró una guerra que, según narra La Vorágine, se decidió en un combate
singular entre Heraclio y el hijo de Cosroes.
Esto es lo que se representa en la parte superior de la calle derecha sobre un puente, duelo que, evidentemente, fue ganado por el cristiano Heraclio.
Esto es lo que se representa en la parte superior de la calle derecha sobre un puente, duelo que, evidentemente, fue ganado por el cristiano Heraclio.
Combate singular entre Heraclio y Cosroes hijo
Debajo, se representa el momento en que Heraclio mata a
Cosroes II con un puñal después de haberle dado la oportunidad de convertirse, a
lo que el persa se negó.
Heraclio se "acercó" a Ctesifonte, la capital del imperio persa Sasánida, a orillas del rio Tigris, donde se desarrolla la siguiente escena:
En la iconografía de la escena el pintor hace referencia a que Cosroes, para ofender a Heraclio, colocó una disposición similar a la Trinidad: él mismo en el centro como Dios Padre, con la Cruz a su derecha como Dios Hijo y con un gallo a su izquierda como el Espíritu Santo, en claro desafío a la religión cristiana.
Heraclio se "acercó" a Ctesifonte, la capital del imperio persa Sasánida, a orillas del rio Tigris, donde se desarrolla la siguiente escena:
En la iconografía de la escena el pintor hace referencia a que Cosroes, para ofender a Heraclio, colocó una disposición similar a la Trinidad: él mismo en el centro como Dios Padre, con la Cruz a su derecha como Dios Hijo y con un gallo a su izquierda como el Espíritu Santo, en claro desafío a la religión cristiana.
Obsérvese la distribución, Cosroes como Padre, La Santa Cruz simbolizando al Hijo, y el gallo encima de una columna como el Espíritu Santo
La última escena representa la devolución de la Santa Cruz a
Jerusalén. La tradición, narrada por La Vorágine, dice que al intentar Heraclio
entrar en Jerusalén para devolver la Cruz con sus lujosos ropajes imperiales,
la puerta de Jerusalén se derrumbó impidiéndole la entrada. Heraclio entonces se
despojó de ellos y ataviado solo con su túnica en señal de humildad, pudo
entrar en Jerusalén y devolver la Cruz.
El emperador, descalzo y con una túnica por toda pompa
Hay que tener en cuenta, que los pintores góticos no
perseguían representar la perspectiva ni
la relación de tamaños tal como nosotros lo entendemos. Esta visión naturalista fué evolucionando hasta el
Renacimiento.
Enhorabuena Juan Manuel Enrique. El trabajo es preciso, muy bien y ampliamente documentado y, sobre todo muy ameno. Invita a leerlo hasta el final.
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