Iglesia
de San Juan del Hospital en Valencia
La
iglesia de San Juan del Hospital en la calle Trinquete de Caballeros en
Valencia, fue la primera iglesia de nueva planta, no proveniente de antiguas mezquitas musulmanas, creada en Valencia después de
la conquista de esta por el rey de la corona de Aragón Jaime I en 1238.
De
hecho, en ese mismo año de 1238 se efectuó la donación de los terrenos donde se
construiría la iglesia, el primer hospital para peregrinos e indigentes de
Valencia y la casa conventual, además de la pequeña capillita del patio que
luego veremos.
El
comienzo de la construcción de la iglesia, es incluso anterior a la puerta románica de la catedral
de Valencia (1262), con lo que se puede considerar esta iglesia como la primera
construcción religiosa en Valencia después de la entrada de Jaime I.
Los
terrenos de la donación, estaban situados muy cerca de la muralla musulmana, en
concreto de la puerta de la Xarea, una de las siete puertas en la muralla
musulmana, enfrente de la cual (al otro lado de la muralla árabe, claro)
situaron su campamento los Hospitalarios durante el sitio de la ciudad.
Antes de seguir escribiendo, quiero
agradecer a Margarita Ordeig y sus guías de la iglesia por su ayuda e
información para la elaboración de este post.
Veamos primero una
breve historia de la Orden y su relación con Valencia.
Durante
parte del siglo XI, Jerusalén estuvo bajo el dominio de la dinastía Fatimí con
capital en El Cairo, pero era también un lugar de peregrinación para cristianos. Así
mismo tenía lazos comerciales en el Mediterráneo con las potencias marítimas y
comerciales del momento.
Los
comerciantes de la ciudad, hoy italiana, de Amalfi al sur de Nápoles, fundaron
en Jerusalén en el siglo XI un hospital
para peregrinos bajo la advocación de San Juan. De esta organización derivó
años después de la primera cruzada la orden de los caballeros Hospitalarios de San
Juan del Hospital.
Cruz
hospitalaria encima de la puerta románica. Originalmente era cruz blanca sobre
fondo rojo, luego la intemperie cambió aquí los colores.
Creada
en el año 1084 como institución militar y religiosa unos pocos años antes que la orden del Temple, fue aprobada por bula
papal en 1113 y como orden de caballería por el papa Calixto II en 1120.
Posteriormente
la orden se estableció en la isla de Rodas en 1310, de donde fueron expulsados en 1522 por Solimán el Magnífico, y finalmente, por donación
de Carlos I en 1530, en la isla de Malta, a cambio de un halcón anual entrenado
para la cetrería. (Parece que en la película de Humphrey Bogart se exageró un
poco….). Se mantuvo esta sede hasta 1798 en que Napoleón los expulsó de la
isla. Mientras tanto, pasaron a llamarse Caballeros de Malta
Cruz del
Hospital en la entrada al recinto en Valencia
Recuerdos de dicha orden en Malta, nos los dejó el problemático, pero genial, pintor Caravaggio con dos formidables retratos
realizados sobre 1608 en la misma isla de Malta
Caravaggio,
retrato de Alof de Wignacourt, maestre de la orden de Malta. Museo del Louvre
Caravaggio,
retrato de Antonio Martelli, caballero de Malta. Palacio Pitti en Florencia
La orden en el
Reino de Valencia
Por lo
que respecta al reino de Valencia, esta orden hospitalaria y militar acompañó a
los reyes de la corona de Aragón en sus conquistas, teniendo en Amposta, al norte del rio Cenia, los
terrenos más cercanos a la frontera con los musulmanes antes de la conquista
por Jaime I del futuro reino de Valencia.
Ya en
1232, después de la conquista de Mallorca pero antes del comienzo de la
conquista del futuro reino de Valencia, Jaime I se reunió en Alcañiz con el
vice-maestre y jefe militar de la orden del Hospital Hugo de Forcalquier, momento
que recoge esta miniatura, en la que también vemos al noble Blasco de
Alagón, donde empezó a decidirse el inicio de la conquista por tierras valencianas
Reunión de Alcañiz con Hugo de Forcalquier arrodillado con la cruz hospitalaria en el homoplato izquierdo
Ya en
ese momento, 6 años antes de la toma de Valencia, Jaime I “donó” a la orden del
hospital terrenos en Torrente para la instalación de su encomienda.
Posteriormente se fueron añadiendo otras diversas donaciones hasta completar un
importante patrimonio en el reino de Valencia.
La conquista de lo que sería después el reino de Valencia, empezó a mediados de 1233 con la
conquista de Burriana, ciudad en la que
los hospitalarios ya obtuvieron alquerías y tierras.
Plano de la villa de Burriana del siglo XVI según el
historiador burrianense Marti de Viciana
Centrados
en el sitio de la ciudad de Valencia, Jaime I tenía en Ruzafa sus reales y la
orden del hospital se situó frente a la puerta musulmana de la Xarea. La puerta
fue derribada en 1726 para construir la iglesia de la congregación oratoriana
de San Felipe Neri.
Una vez
entrado Jaime I en Valencia el 9 de octubre de 1238, en ese mismo año hizo
donación a la orden de terrenos para su instalación dentro de las murallas,
cerca de donde se habían instalado en el asedio, que es donde actualmente se
encuentra la iglesia, en la calle Trinquete de Caballeros.
En la zona donde ahora está la iglesia, aunque
entonces con mayores terrenos, se
construyó un hospital, una pequeña iglesia de estilo seguramente románico e
instalaciones para los monjes, junto con un cementerio hacia el sur, hacia la
judería, y posteriormente se construyó otro cementerio hacia la calle Milagros.
Quizás
una de las primeras construcciones fue la capillita gótica, de la que
hablaremos luego, en la que según la tradición oía misa el rey Jaime I
La
importancia de la orden en el recién creado reino fue en aumento hasta la disolución de la orden del Temple por bula del papa francés
Clemente V en 1312, que obligó al rey Jaime II a crear, con bula papal, la
orden de Montesa en 1317, para hacerse cargo de los bienes del Temple en el
reino de Valencia.
Castillo
de Montesa, destruido por un terremoto en 1748
En 1319
se pasaron los bienes de los Hospitalarios a la recién creada orden de Montesa,
excepto la encomienda de Torrente y las instalaciones del hospital, iglesia y
cementerio de Valencia. A raíz de estos hechos decrecieron rápidamente los
ingresos de la orden y su importancia en el reino.
Sobre la
marcha de las instalaciones del hospital, el doctor en ciencias históricas
Fernando Llorca indica “Parece que esta
clausura (la del hospital), se había
efectuado ya en 1348 ….Porque entre
las obligaciones no se pone gasto alguno para el hospital”.
Con
diversas vicisitudes, restauración Barroca a finales del siglo XVII incluida,
continuó la iglesia su actividad hasta que su feligresía fue trasladada a la
iglesia de San Juan y San Vicente en 1905.
Durante
la guerra civil del 36 la iglesia fue saqueada, utilizándose posteriormente como cine. La
capillita gótica y patio con los arcosolios, también se utilizó como taller de
imprenta,(Imprenta Domenech, de Las Provincias)
En 1943
fue declarada monumento histórico artístico Nacional, lo que evitó su
desaparición.
En 1967 se hizo cargo el Opus Dei empezando la restauración, dejando uno de los mejores
edificios góticos en Valencia, con unas pinturas incomparables como luego
veremos
La iglesia hoy
Entrando
por la C/ Trinquete de Caballleros nº5, tenemos el pasillo del viacrucis, en el
que justo a la entrada de la calle en la parte cubierta a mano izquierda hay seis
cruces hospitalarias del siglo XIII, indicando mediante el tamaño de la cruz,
la importancia de los seis personajes fundadores.
Justo
enfrente de dichas cruces vemos la imagen de la Virgen del Milagro con el Niño
Jesús de pie sobre la pierna izquierda de la Virgen, es una copia del siglo XX,
cuyo original está en la Catedral de Valencia.
La foto de la derecha, corresponde a la original en el museo de la catedral
Vicente Blasco Ibáñez, en su libro "Mare Nostrum", la describe así: " Al atravesar un pasillo cubierto desde la calle al patio interior, saludaba (el notario Esteban Ferragut) a la Virgen de la Reconquista
"....Imagen de piedra tosca, con colores y oros imprecisos, sentada en un sitial románico. Unos naranjos agrios destacaban su verde ramazón sobre los muros de la iglesia, ennegrecida sillería perforada por largos ventanales...."
Saliendo al patio interior encontramos a mano izquierda una puerta de estilo románico con arco de medio punto que se supone sería la puerta de entrada a la primera iglesia. Encima podemos ver un ventanal, descentrado de la puerta, ya en estilo gótico con tracería en forma de cruz de ocho puntas, cerrado en alabastro.
Se
supone que este “descentre” entre el arco gótico y la puerta románica, seria
debido al aprovechamiento, con escaso éxito arquitectónico diría yo, para la
ampliación posterior de la iglesia, se considera que la primera construcción
tendría la altura de los canecillos en el muro lateral izquierdo de la puerta románica.
Nos
encontramos, siguiendo la pared de la iglesia, con el pasillo del viacrucis,
con sus 14 cerámicas recordando las 14 estaciones. El muro lateral izquierdo
cubre los contrafuertes que se utilizan en el interior de la iglesia para
construir entre ellos las capillas laterales.
Cuarta estación del Viacrucis, encuentro con la Virgen
Recreación imaginativa de la Valentía romana de época imperial, con el circo en el este de la ciudad, quizás un poco desproporcionado.
Interior de la iglesia
Mientras
que el ábside del presbiterio es poligonal con iluminación a través de altos,
estrechos y elegantes ventanales góticos con cerramiento de alabastro.
La plementería de la bóveda en el presbiterio está realizada con ladrillos compactos, de influencia musulmana (aunque, en propiedad, ya serían mudéjares). La de la bóveda de la nave, es de piedra tallada.
Interior de la iglesia
La
iglesia actual, tiene planta de nave única, o sea de planta rectangular sin transepto, con
bóveda de cañón apuntado y con los arcos fajones (los perpendiculares al eje de
la iglesia) que descansan sobre ménsulas, todo en estilo muy austero, propio
del gótico cisterciense.
La plementería de la bóveda en el presbiterio está realizada con ladrillos compactos, de influencia musulmana (aunque, en propiedad, ya serían mudéjares). La de la bóveda de la nave, es de piedra tallada.
Entrando
ya en la iglesia, lo primero que nos encontramos es una imagen de la Virgen de
los estudiantes, con la oración de ayuda a estos.
En la
capilla a su izquierda, está una joya medieval, una afortunada reunión de tres esculturas en madera, un Cristo en la Cruz del siglo XIV, Cruz en forma de árbol y los dos personajes más relevantes que en la crucifixión
estaban al pie de la Cruz, la Virgen Maria y san Juan evangelista, estas dos imágenes son del siglo XIII.
Capilla gótica, con las esculturas antes mencionadas
La Virgen en actitud orante con sus colores
iconográficos típicos azul y rojo y los
ojos almendrados usuales en las pinturas de la época. El otro personaje es san
Juan Evangelista, barbilampiño como en su iconografía habitual, con un libro,
símbolo de su evangelio, en su mano izquierda.
En el museo San Pío V, hay un retablo atribuido al pintor Miquel Alcanyís que explica la historia del árbol con cuya madera se construyó la Santa Cruz.
En el museo San Pío V, hay un retablo atribuido al pintor Miquel Alcanyís que explica la historia del árbol con cuya madera se construyó la Santa Cruz.
En la
siguiente capilla hacia el altar, se halla un retablo del siglo XIV/XV, donde
en la calle central vemos a un San Pedro mayestático con las llaves del Reino de los Cielos debajo
de una crucifixión con la Virgen y San Juan evangelista.
Retablo de San Pedro. Anónimo
En la
calle izquierda, en la casa superior hay una anunciación con el arcángel
Gabriel llegando o empezando a arrodillarse y a Maria en posición como
sorprendida con el libro, quizás de las profecías de Isaías, que estaba leyendo. Aparece Dios Padre y el Espíritu
Santo en dirección a la Virgen, con el jarrón al fondo con los lirios símbolo
de pureza.
La
Virgen con capa azul como señora de los Cielos y un vestido de color marrón
En la
casa inferior, aparece una Natividad con el Niño descansando sobre el largo
manto de la Virgen y San José a su lado con el nimbo poligonal con que, a
veces, se le representaba.
El Niño
con el dedo índice de la mano derecha dentro de la boca. Los pastores al fondo
En la
calle derecha en la casa superior se representa la ascensión de Jesús al cielo,
con las huellas de los pies bien marcadas en la roca.
Cristo,
con los pies debajo de la túnica talar al introducirse en las nubes camino del
Cielo
Mientras
que en la inferior, está representada la adoración de los reyes, en la que ni
Baltasar es negro, todavía, ni los reyes representan las tres edades del hombre
como a veces también se les ha representado.
San José, también con el nimbo poligonal, sostiene la ofrenda del Mago mientras la Virgen está con los pies desnudos sobre un zócalo de piedra utilizado para tratar de dar profundidad espacial.
La
siguiente capilla, la de la Virgen Maria Madre de Dios, cuenta con un cuadro al
óleo, anónimo del siglo XVIII sobre la Virgen de la leche
Óleo de
la colección Gomez-Foz
Las
capillas del lado de la epístola, a la derecha mirando hacia el altar, son de
un estilo gótico con arco apuntado y bóveda igualmente ojival, excepto la de la
Virgen de los estudiantes, que tiene un inicio de arco conopial y en el
interior bóveda de crucería con las claves de las familias patrocinadoras.
Puerta
de salida al patio sur y capillas entre contrafuertes del lado de la epístola
Entrada a la capilla de la Virgen de los estudiantes con su arco ligeramente conupial
Entrada a la capilla de la Virgen de los estudiantes con su arco ligeramente conupial
Dos ejemplos de las bóvedas nervadas de dichas capillas
Capilla
de Santa Bárbara
La gran excepción de este tipo de capillas, es la de Santa Bárbara, capilla barroca de finales del siglo XVII construida por Juan Pérez Castiel, responsable también de muchas obras en el reino de Valencia, por ejemplo en la catedral de Valencia y de la reforma barroca de la iglesia de San Nicolás.
Clave central de la cúpula de la capilla, debida al escultor de Onteniente Leonardo Julio Capuz
Vamos a
detenernos un momento en las motivaciones de esta capilla, debida a doña
Constanza de Hohenstaufen
Constanza,
que falleció en 1307, fue hija del emperador del sacro imperio romano germánico
Federico II, que también lo era de Sicilia, con gran disgusto de los Papas del
momento y de los Anjou franceses. A Constanza la casaron siendo muy joven con
el emperador del imperio Bizantino Juan III.
Veamos
un poco la situación histórica de aquel momento:
En 1204,
con motivo de la IV cruzada, los cruzados prefirieron, impulsados por los
venecianos, conquistar y saquear Constantinopla (que era cristiana) a
reconquistar Jerusalén a los musulmanes.
Recuerdo
de este saqueo, entre otras cosas, es la cuadriga triunfal de la catedral de
San Marcos en Venecia (los caballos originales están dentro del museo de la catedral).
El
marido de Constanza, el emperador Juan III, debido a la conquista de
Constantinopla por los cruzados, estaba refugiado en Nicea y parece que no le hacía
demasiado caso a Constanza. Juan III murió, le sucedió un hijo de un anterior
matrimonio y este fue depuesto por el general Miguel Paleólogo, que, además, en
1261 recuperó Constantinopla de los cruzados.
Al
final, después de varia vicisitudes, Constanza regresó a Sicilia donde reinaba
su hermano Manfredo, pero este murió a manos de los angevinos en la batalla de
Benevento en 1266.
Entonces
Constanza se refugió en la corte del reino de Valencia, donde una sobrina suya,
también llamada Constanza, hija de Manfredo, se había casado con Pedro, hijo de
Jaime I y futuro rey de la corona de Aragón con el nombre de Pedro III (Pedro I
de Valencia).
El
futuro Pedro III (Pedro I de Valencia) arrodillado ante su padre Jaime I en sus
últimos momentos. Cuadro de Ignacio Pinazo de 1879. Museo del Prado
Estaba
Constanza enferma de lepra, y la tradición dice que sanó por la intercesión de Santa
Bárbara, con lo que hizo construir en nuestra iglesia una capilla dedicada a
dicha santa, situada en el presbiterio en el lado de la epístola, donde fue
enterrada, hasta que su cofradía le construyó la nueva en estilo barroco a
finales del siglo XVII.
Nueva
capilla, que Carlos II renovó como capilla real en lugar de la anterior pequeña
capilla antes citada, en la que ahora está una escultura de santa Bárbara.
Estatua
de Santa Bárbara con la palma del martirio y la torre iconográfica en su mano izquierda, situada en
la antigua capilla de Santa Bárbara
Clave en la antigua capilla de santa Barbara, águila negra sobre fondo dorado, el escudo de la familia Hohenstaufen
Clave en la antigua capilla de santa Barbara, águila negra sobre fondo dorado, el escudo de la familia Hohenstaufen
Nuestra
Constanza, vivió hasta su muerte en el palacio real en Valencia (donde ahora
están los jardines de Viveros).
Recreación
del palacio Real, destruido por los defensores de Valencia a principios del siglo XIX en los asediosNapoleónicos
Esta
preciosa e interesantísima capilla, llena de esgrafiados, de reliquias y
recuerdos de Santa Bárbara, tiene el retablo central, del siglo XVII, donado por
el ejército desde Medina del Campo, instalado en esta capilla en el año 2001
Detalle
del retablo, con la Sagrada Familia
Al venir
a Valencia, Constanza se trajo unas reliquias de, según la tradición, Santa
Bárbara, Estas eran:
-Una
sección del fuste de la columna de pórfido gris a la que Santa Bárbara había
sido atada y azotada
-Una
piedra de la que brotó el agua del bautismo de la Santa
-Un
hueso, seguramente del brazo de dicha santa
Ábside y
altar, que cuenta con magníficas esculturas devocionales, ambas modernas, de la Virgen del milagro
(copia del original en la catedral) y San Juan Bautista
Medio cuerpo de San Juan Bautista
Otra copia de la Virgen del Milagro
Medio cuerpo de San Juan Bautista
Pero, quizás, la
parte más interesante del presbiterio, son las altas columnas de acceso a este
situadas arriba de las escaleras y en ambos lados.
Son tres
columnas de mármol en cada lado una encima de otra, las dos primeras son restos
romanos y la superior, en mármol rosa junto con su capitel, son de época
califal. En la de la derecha, se observa una inscripción en ella, seguramente
hebraica.
Columna
califal con inscripción representando la hiedra
En la
parte del evangelio, tenemos una capilla dedicada a San Miguel arcángel, con
unas pinturas bastante bien conservadas en las paredes laterales y bóveda, de
muchísimo interés tanto por su temática como por su estilo, veamoslas.
Estas
pinturas, realizadas en tiempos del cambio del estilo románico al primer gótico
en el reino de Valencia en el siglo XIII, se realizan con un gran predominio
del la línea del contorno de las figuras sobre el color, y por su expresividad
en la mayoría de ellas, si quisiéramos clasificar el estilo, diríamos, en mi
opinión, que pertenecen al gótico lineal, siendo estas pinturas, en este
estilo, las mejor conservadas de toda la comunidad valenciana.
Primero
recomendar el libro de Margarita Ordeig para una visión en profundidad de
dichas pinturas “Las pinturas murales del
siglo XIII del museo conjunto hospitalario de San Juan del Hospital de
Valencia”. Pinturas que enlazan en su temática el antiguo con el nuevo
testamento y el Apocalipsis de san Juan.
Si
miramos la citada capilla de San Miguel, en la parte inferior de la pared
izquierda, tenemos una escena del paraíso terrenal, con árboles y pájaros, y ,
según Margarita Ordeig, el arca de la Alianza y el pelícano eucarístico.
En la parte central se puede intuir la parte superior del arca
En la
parte superior de la franja con las constelaciones, encontramos la figura de
mayor dificultad de interpretación según los especialistas, en la que aparece
el arcángel San Miguel con el emblema de la orden hospitalaria, alanceando con
amor místico a una figura de mujer, alada, vestida de lino y enjoyada, tal como
figura en el Apocalipsis de San Juan, quitándose la corona de las vanidades. Está
sentada sobre un banco que se apoya en dos torres de David, simbolizando esta
mujer a la Iglesia.
Las dos
torres de David, se interpretan como la doble descendencia de Jesús tanto por
parte de san José como de María, del rey David.
Aparecen
a la izquierda cuatro ángeles, recibiendo de la Iglesia el maná o alimento
espiritual, desaparecido de la pintura.
En la
imagen siguiente, aparece Cristo en majestad, con el lábaro que sujeta en su
mano izquierda, con un serafín, un ángel de seis alas tal como lo describe Isaías,
los ángeles más próximos al Señor.
Cristo
sobre el sol y la luna, la luz y la noche, el bien y el mal.
Sigue
una imagen de la crucifixión, con los personajes típicos, en la que se ve al
mal ladrón, Gestas, exhalando su alma antropomórfica, cogida, parece, por un
murciélago que simboliza al diablo.
Ya en la
parte final, arriba del cartel informativo, tenemos cuatro partes, en la central,
a San Miguel con una lanza (es el general de los ejércitos celestiales) con el
emblema hospitalario en la mano derecha, mientras que en la izquierda se
interpreta que tiene la bascula de pesar las almas (otra de sus funciones).
En el
pecho de San Miguel se aprecia el pomo de la bascula, mientras que abajo a la
izquierda se ve un platillo de la bascula con un “alma” coronada que recoge un
ángel detrás del cual ya se ven dos “almas” con caras humanas ya recogidas,
además de otros dos ángeles.
En la
parte superior, unas manos se llevan al cielo a las almas, mientras que en la
cuarta imagen en la parte derecha, el diablo, también con alas de murciélago, se
lleva las almas que no han pasado la prueba, se supone que al infierno, claro.
El demonio
con alas de murciélago
La
siguiente capilla, pasada la puerta lateral de entrada, es una capilla
construida a principios del siglo XV por Pere Balaguer, “mestre picapedrer”
valenciano. Pere Balaguer también trabajó
en obras como las torres de Serrano y el Miguelete.
Capilla de Pere Balaguer con bóveda de nervatura cuatripartita, con la parte interior del precioso rosetón de la puerta norte de la iglesia a su derecha.
Esta
capilla, llamada de los Juan-Torres, tiene un retablo del siglo XVI dedicado a
la pasión de Cristo, en el que en la parte izquierda de la predela, figura la
visión de san Bernardo de Claraval, importante monje del Cister del siglo XII.
El autor
de este retablo fue el pintor aragonés Jerónimo Vallejo, del que era mecenas el
arzobispo de Zaragoza y virrey de Aragón Hernando de Aragón, nieto del rey
Fernando el Católico y también perteneciente a la orden del Cister como
Bernardo de Claraval.
En forma
de tondo en la parte superior de las calles laterales, tres garzas blancas bajo
el timbre eclesiástico que es el escudo del comitente, el obispo Don Antonio
Garcia.
Casa
izquierda de la predela, en la que Cristo en la cruz baja su mano derecha hacia
San Bernardo de Claraval , a su
izquierda el comitente en actitud orante
En el
ático del retablo vemos la Jerusalén Celestial entre la Virgen y San Juan
evangelista
El resto
de capillas del lado del evangelio, también góticas y de bóveda de crucería,
tienen ya elementos modernos.
El patio sur
Si
tenemos la oportunidad de salir al patio al sur de la iglesia, nos encontramos
con una preciosa capillita de estilo gótico, en la que según la leyenda acudía
Jaime I a oír misa.
Capilla con el ábside en su parte derecha
Capilla con el ábside en su parte derecha
Dicha
capilla, en época moderna, fue utilizada al igual que los arcosolios del final
del patio, como elementos de una imprenta. Para saber más de la antigua iglesia
antes de la restauración, recomendamos el libro de Fernando Llorca “San Juan
del Hospital de Valencia”, editado por la librería “Paris Valencia”.
Puerta
de acceso del patio a la iglesia, con cruces
patadas de los cruzados en el
arcosolio a la
derecha de la puerta
derecha de la puerta
Arcosolios
al sur del patio
Igualmente
en el oeste de dicho patio, está el pudridero de la emperatriz Constanza, por
el que pasaba la espina del antiguo circo romano.
Estado
actual del pudridero visto desde arriba. En la parte inferior de la foto, se
aprecia la espina del circo romano
En
resumen, una iglesia con una de las mejores arquitecturas góticas de Valencia y
una gran historia detrás, con unas esculturas y retablos de la edad media y del
renacimiento y con las mejor conservadas pinturas murales del siglo XIII en el
reino de Valencia.
¡¡ Muchas gracias Juan Manuel!! Muy bien expuesto todo y con magnificas fotos! Es un placer charlar sobre la historia contigo.
ResponderEliminar¡¡Muchisimas gracias !!!
ResponderEliminarUna exposición estupenda, muy interesante y las fotos preciosas.
Un placer.