Ambientación histórica y antecedentes
Esta fachada, de estilo barroco, fue construida en el momento histórico del cambio de dinastía en España a principios del siglo XVIII. Con la muerte del último rey de la casa de los Austrias, Carlos II, se abrió una guerra por la sucesión al trono Español entre el Francés Felipe de Borbón, luego rey de España como Felipe V y el archiduque de Austria Carlos, luego emperador del sacro imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos VI.
La adjudicación de esta fachada fue realizada mediante un concurso de
diseños ganado por Konrad Rudolf, partidario del archiduque Carlos, con, seguramente, el más vanguardista de los
tres proyectos presentados, participando en los debates de la adjudicación,
importantes intelectuales progresistas
Valencianos como el Novator Padre Tomas Tosca.
Tomas Tosca, además de gran matemático fue el autor del excepcional plano de Valencia de 1704.
Tomas Tosca, además de gran matemático fue el autor del excepcional plano de Valencia de 1704.
Esta
puerta barroca sustituyó a otra de estilo gótico del siglo XV que fue
construida al ampliarse la catedral, por los maestros Francesc Baldomar y Pere Compte uniendo el Miguelete y la sala Capitular, que
estaban exentas. Comentaremos además, que la puerta barroca, se realizó
gracias a una donación de una dama de
la nobleza Valenciana del siglo XVII.
Inspiración
Fachada Catedral de Valencia
Fachada de San Carlo alle quattro fontane en Roma, de Borromini
Hay que decir que Konrad Rudolf trabajó previamente en Roma, donde conoció la obra de los arquitectos barrocos
Italianos.
Al mirar la fachada de la puerta y ver el ángulo que forma, se pone de manifiesto el poco espacio que hay para una puerta tan monumental, entre el campanario -llamado “El
Miguelete” por estar consagrada la campana más grande el día de San Miguel en
el siglo XVI- y la Sala
Capitular a la derecha de la puerta. Capilla donde se venera hoy al Santo Cáliz de la Última Cena. Además en aquel tiempo no existía la
actual plaza de la reina, sino una calle estrecha cuyo final era la puerta de la catedral.
La puerta es pues un ejercicio de virtuosismo para conseguir en un pequeño espacio un efecto de grandiosidad, para ello se juega con las formas curvas. Cuando te acercabas, la diferencia de escala entre las casas y la portada conseguían el efecto de grandiosidad además de formar, en la concavidad de la curva, una pequeña plaza de acceso. Al demoler las casas y abrir la actual plaza de Zaragoza en el siglo XX, se produce el efecto contrario, perdiendo la escala original, es decir queda disminuida la fachada en relación al tamaño de la plaza.
La puerta es pues un ejercicio de virtuosismo para conseguir en un pequeño espacio un efecto de grandiosidad, para ello se juega con las formas curvas. Cuando te acercabas, la diferencia de escala entre las casas y la portada conseguían el efecto de grandiosidad además de formar, en la concavidad de la curva, una pequeña plaza de acceso. Al demoler las casas y abrir la actual plaza de Zaragoza en el siglo XX, se produce el efecto contrario, perdiendo la escala original, es decir queda disminuida la fachada en relación al tamaño de la plaza.
La antigua calle Zaragoza, con el tranvía, enmarcando la fachada barroca
Vamos con una breve descripción de la fachada:
La entrada es un pequeño atrio elíptico -la elipse es una de
las figuras geométricas típicas del
estilo Barroco-, enmarcado por verjas de hierro.
La fachada tiene tres niveles, con seis columnas en el
primero, en el segundo nivel hay cuatro columnas y dos pilastras exteriores,
todas encima de las columnas del primer nivel y, en el tercer nivel hay otras dos pilastras
también encima de las columnas interiores del segundo nivel.
Las columnas en los dos primeros niveles tienen el fuste de una sola pieza y están decoradas en su parte inferior. Observar el ligero éntasis (abombamiento en la columna para corregir un efecto óptico, utilizado por los griegos clásicos y también en el antiguo Egipto)
Las columnas en los dos primeros niveles tienen el fuste de una sola pieza y están decoradas en su parte inferior. Observar el ligero éntasis (abombamiento en la columna para corregir un efecto óptico, utilizado por los griegos clásicos y también en el antiguo Egipto)
Los capiteles de las
columnas son corintios, decorados con
representación de hojas de acanto, con el arquitrabe -dintel que se apoya
sobre el capitel- mixtilíneo y un friso corrido, éste decorado con motivos
religiosos.
El tercer
cuerpo, tiene un frontón curvo irregular, encima del cual se sitúa el globo de
bronce con una cruz de hierro y dos ángeles adorándola
Capiteles
Corintios con Arquitrabe y Friso mixtilíneo
En el primer cuerpo, en la hornacina de la izquierda tal
como se mira la puerta, está la estatua
de Santo Tomás de Villanueva, fraile Agustino y Obispo de Valencia en tiempos
de Carlos I y gran predicador, dando limosna a los pobres.
Santo
Tomás de Villanueva
A la derecha está la hornacina con la estatua de San Pedro Pascual, mercedario y santo valenciano del siglo XIII, obispo en el reino Nazarí de Jaén, donde se ve a un cautivo redimido ofreciéndole la mitra.
Los Mercedarios y los Trinitarios, eran órdenes religiosas fundadas para la redención (rescate) de los cristianos en poder musulmán
San Pedro Pascual
Enmarcada por las columnas centrales, vemos la puerta de
entrada, con arco de medio punto e intradós decorado con nube de angelitos en
el centro
Intradós de
la puerta de acceso
Venera de
la Virgen con ángeles
En el segundo nivel, con cuatro columnas situadas sobre las
cuatro centrales del nivel inferior, tenemos en la parte izquierda, una estatua
de San Vicente Mártir, patrón de la ciudad de Valencia, que fue martirizado a
primeros del siglo IV, con sus atributos iconográficos clásicos: una cruz en
aspa, en la que fue torturado y una rueda de molino, a la que fue atado y
tirado al mar, según cuenta la tradición
San Vicente mártir
En la parte derecha, tenemos la estatua del diácono San
Lorenzo mártir (San Lorenzo de la parrilla) que fue el que envió el Santo Cáliz de Roma a Huesca a mediados del siglo III según la
tradición, siendo martirizado en una parrilla, representada aquí debajo de su
brazo izquierdo.
San Lorenzo de la Parrilla
En los intercolumnios hay dos medallones de los Papas
Valencianos. En la izquierda Calixto III, Alfonso de Borja (italianizado
Borgia), Papa que canonizó a San Vicente Ferrer y que hizo posible con su bula
Inter Caetera de 1456 el dominio Portugués de toda la costa Africana al sur del cabo
Bojador, cabo situado en el continente africano un poco al sur de Canarias.
Papa Calixto III
En el otro medallón en la parte derecha, se sitúa el otro Papa
Valenciano, Rodrigo de Borgia (padre de la famosa Lucrecia Borgia) y sobrino de
Calixto III. Papa con el nombre de Alejandro VI, previamente Obispo y luego arzobispo de Valencia, fue el
que influyó en el Papa Inocencio VIII para que elevase la diócesis de
Valencia a metropolitana. Además mediante las bulas Alejandrinas de 1493, siendo ya Papa, sentó
las bases de la división de la recién descubierta América entre España y
Portugal.
Papa Alejandro VI
Azulejos en la calle Avellanas, al lado del palacio episcopal, recordando el acceso de la catedral a sede metropolitana en 1492
Abajo y a los lados del medallón de Calixto III, tenemos a
dos virtudes, la Justicia, con la balanza y la Caridad, con un niño en brazos.
Alegorías de la Justicia y de la Caridad
En el lado derecho, tenemos otras dos virtudes, la Fortaleza
con una columna y la Esperanza, con un ancla bajo los pies.
Alegorías de la Fortaleza y de la Esperanza
En el centro de este segundo nivel, en mitad de las columnas
centrales, encontramos una vidriera elíptica.
Vidriera elíptica desde el exterior
Vidriera desde el interior de la catedral
En el
tercer nivel, tenemos un relieve representando la asunción de la Virgen
Alegoría de la Asunción de la Virgen
Y en el
ático, otro relieve con la representación del Espíritu Santo, y encima, la bola del mundo rematada con una cruz, con dos ángeles a sus lados.
Representación
del Espíritu Santo en el frontón
A la Izquierda, aparece la estatua del fraile Dominico del
siglo XIV/XV, San Vicente Ferrer, con un
libro en la mano izquierda y el dedo índice de la derecha señalando hacia el
cielo predicando, que es su elemento
iconográfico típico. Es el patrón de la
comunidad Valenciana.
San Vicente Ferrer
A la derecha, está la estatua de otro santo
Dominico Valenciano, San Luis Bertrán, que vivió en el siglo XVI, fue
predicador en Colombia y en Valencia. Aquí se le representa con un cáliz en su
mano derecha y un crucifijo en la izquierda.
San Luis Bertrán
Rematando la fachada, vemos una bola del mundo, entre dos ángeles,
con una cruz dominando la composición de la fachada
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